El pacto de no agresión firmado por Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal tras el ascenso del primero al liderazgo del Partido Popular podría saltar por los aires a cuenta del creciente enfado interno de Vox, que ha visto como el que es su socio en 140 ayuntamientos pretende dejarlo fuera en 11 de los 13 gobiernos regionales que controla el centro-derecha.
Solo Castilla y León y la Comunidad Valenciana se escapan del veto del PP, que en 2019 aceptó firmar un pacto estatal con Ciudadanos respecto a las municipales y autonómicas, y ahora apuesta por dejar negociar libremente a sus barones para enfado de Vox.
Voces internas de la formación ultraderechista han visto atónitas que Abascal permitía la ambiciosa estrategia del PP, que ha conseguido forzar la caída de los líderes de Vox en Comunidad Valenciana y Baleares mientras pactaba gobiernos ‘antiVox’ con nacionalistas y regionalistas en Canarias, Cantabria y Aragón.
Vox ha doblado el brazo en Baleares, pero promete lanzar fuego amigo en la Región de Murcia y Extremadura tras las infructuosas negociaciones con el Partido Popular en relación con la mesa de ambos parlamentos.
ES LA GUERRA EN EXTREMADURA
María Guardiola necesita los votos de Vox para alcanzar la presidencia de Extremadura, pero pese a ello ha elevado el tono contra sus posibles socios: «No puedo dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes o despliegan una lona para tirar a una papelera la bandera LGTBI».
La candidata del PP dice que Vox «lo único que ha querido es apretar, y apretar y apretar, porque parece que tenían la necesidad de poner la cabeza de la presidenta de una región en una bandeja para mostrarla a nivel nacional».
Núñez Feijóo avala la postura de su baronesa ‘roja’ y carga contra Vox por intentar ejecutar una negociación desde Madrid: «Lo lógico es que sean los dirigentes autonómicos los que negocien. Son los dirigentes electos los que tienen que llevar las negociaciones No comparto que los dirigentes nacionales vengan a rectificar».
El expresidente de la Xunta de Galicia dice que «Vox ha sacado los datos más modestos en Extremadura con un 8% del voto y cinco diputados de todas las comunidades autónomas. No es proporcionado ni razonable que Vox tenga la presidencia de la Asamblea de Extremadura, tener más representantes en la mesa del Parlamento que el PP y entre en el Gobierno con consejerías. Esto es desproporcionado y no responde al resultado de las urnas».
Sobre la Comunidad Valenciana asegura que «allí Vox sacó el 12% y no tiene el 8%. Ante esa necesidad de diputados distinta se ha actuado de forma correcta en Valencia».
ABASCAL RESPONDE
Santiago Abascal, silente contra el PP en las últimas semanas, dice que «Guardiola vierte mentiras sobre Vox y contribuye a la demonización de Vox que lleva perpetrando la izquierda en mucho tiempo. Hay quienes cree que pueden insultar a Vox, que no puede participar en los debates nacionales y que Vox está obligado a entregarles los votos porque sí… eso es una injusticia, es el colmo que algunos nos insulten y demonicen… no estamos dispuesto a eso, estamos dispuestos a construir una alternativa».
«Es un gran misterio qué es lo que puede hacer el PP, lo que puede hacer Vox está claro, la prueba es Castilla y León y Valencia y son esos 140 ayuntamientos en los que Vox ha ofrecido una coalición de gobierno. El PP es un gran misterio porque no hay una sola voz, o hay una sola voz que les indica que tienen que hacer una cosa distinta en cada lugar», añade.
Vox también ha cargado contra Núñez Feijóo por haber propuesto un debate a tres entre él y Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. El partido de Abascal dice que «se está limitando el acceso a la información de los ciudadanos al pretender excluir al líder del tercer partido político de España de debates y entrevistas», en referencia en este último caso a la decisión de ‘El hormiguero’ de retirarles la invitación.
Otras guerras mediáticas abiertas afectan a El País, La Razón o El Español, vetados por Vox al igual que Libertad Digital tras las palabras de su presidente, Federico Jiménez Losantos, sobre la presunta relación del partido con la secta El Yunque.
El locutor ha criticado «la relación de Vox con los medios de comunicación. Lo que hace El Yunque es igual que la extrema izquierda: el ataque personal, la demonización, la satanización. Esto es una cosa soviética».
Jiménez Losantos asegura que «lo que le ha dado el poder al Yunque en Vox es el poder de las redes, o sea, un pequeño grupo de gente manipulando y que no refleja el poder real de la base».
La estrella de Es Radio ha salido en defensa de Víctor Sánchez del Real, que ha anunciado que no estará en el Congreso la próxima legislatura: «Traduzco a humano: no voy a ir en listas para la próxima legislatura. Si tienen proyectos o misiones divertidas y que requieran jugársela por una causa noble, aquí me tienen».