El Ibex 35 se situaba en los 9.304,3 puntos hacia la media sesión, lo que supone una caída del 0,64% respecto al cierre del jueves y un dato similar al que el selectivo había registrado durante la apertura de la sesión.
Este viernes se ha conocido que la economía española recuperó en el primer trimestre del año el nivel prepandemia tras crecer entre enero y marzo un 0,6% respecto al trimestre anterior, lo que supone una décima más de lo previsto inicialmente y también una décima por encima del crecimiento registrado en el trimestre previo.
Sin embargo, la cifra de negocios de las empresas bajó un 4,7% el pasado mes de abril respecto al mismo mes de 2022, entrando así en negativo tras 25 meses consecutivos de alzas interanuales.
Por otro lado, el crecimiento de la actividad de las empresas de la zona euro ha continuado deteriorándose en el mes de junio, según la lectura preliminar del índice compuesto de gestores de compra (PMI), que ha bajado hasta los 50,3 puntos desde los 52,8 del mes anterior, lo que supone el peor resultado en cinco meses y aproxima a la región al estancamiento.
En este contexto, Rovi era el valor que más avanzaba en la media sesión (+1,36%), por delante de Redeia (+1,03%), Cellnex (+0,84%), Telefónica (+0,66%), Iberdrola (+0,64%) y Enagás (+0,56%).
En el lado contrario se situaba Banco Sabadell (-2,59%), Banco Santander (-2,57%), Grifols (-2,43%), Unicaja Banco (-2,05%), Solaria (-1,93%) y Acciona Energías Renovables (-1,80%).
La caída del Ibex era común al resto de parqués europeos. Fráncfort caía un 0,60%; París, un 0,20%; Milán, un 0,53%; y Londres, un 0,22%.
Respecto a las materias primas, el barril de Brent caía un 0,89%, hasta los 73,47 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) se situaba en los 68,75 dólares, un 1,09% menos.
En el mercado de deuda, el rendimiento del bono español con vencimiento a 10 años se situaba en el 3,330%, desde el 3,449% observado al cierre del jueves. De esta forma, la prima de riesgo frente a los bonos alemanes se situaba en 95,4 puntos básicos, una décima menos.
En el mercado de divisas, el euro se depreciaba un 0,82% frente al dólar, hasta alcanzar un tipo de cambio de 1,0866 ‘billetes verdes’ por cada euro.