Mireia Borrás, diputada de Vox, está fuera de todo. La legislatura no ha sido suficiente como para que Jorge Buxadé, quien no deja de hacerse fuerte en el partido, haya decidido mantenerla en las listas. Mireia Borrás es de ese ala más liberal del partido que tanto irrita a la mano «ultraderecha» de Santiago Abascal. Iván Espinosa de los Monteros, uno de los pocos valedores de Mireia Borrás, está fuera de todo mando, algo que Buxadé ha aprovechado para empezar a librarse de quienes considera «inútiles para la causa». Borrás se ha despedido del partido con especial mención a Espinosa de los Monteros y ha escenificado la «purga» que ha supuesto la llegada al poder interno del dirigente de Vox.
La diputada no ha tenido una carrera fácil en el partido. Desde el minuto uno en el que empezó a coger popularidad en los medios, la cúpula del partido decidió apartarla. Mientras había actos en Madrid en los que Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros hacían acto de presencia, los más notables decidían mandar a Mieria Borrás a Guadalajara. Y esto mantenido en el tiempo llevó a la diputada a tener un papel muy discreto. Sin embargo, la llegada de Buxadé al frente de la formación y de la gestión interna de Vox ha acabado por enterrar a una Mireia Borrás que tenía mucho futuro por delante.
«Gracias a mi Presidente, Santiago Abascal, y a nuestro gran portavoz Iván Espinosa de los Monteros así como a toda la maravillosa familia de compañeros de Vox por esta intensa legislatura al servicio de España. Debemos estar muy orgullosos del trabajo realizado. Desde el compromiso y el trabajo duro, con responsabilidad, humildad, lealtad y honestidad, seguiremos trabajando por el presente y el futuro de España. Porque no se trata de ser importantes, sino de ser útiles para nuestro país. ¡Juntos, a por La Moncloa!», ha asegurado Mireia Borrás.
La decisión de echar a Borrás la ha tomado personalmente Jorge Buxadé, como todas las grandes decisiones que se han dejado ver a nivel interno en Vox. Mireia Borrás simpre despertó ciertos recelos en la cúpula del partido por su popularidad en los medios de comunicación. Siempre ha habido cierta presión entre los altos dirigentes por ver quién tiene más focos enfocando. Quién no recuerda esos roces entre Javier Ortega Smith y Macarena Olona por ver quién salía más en los medios y quién recibía más aplausos en una manifestación de agentes de la policía. Sin embargo, el caso de Borrás se atajó rápido dejándola en un segundo plano para poco después hacerla desaparecer de la vida política de la mano de la «Falange auténtica» de Vox.
La cercanía de Borrás con Jacobo Robatto tampoco ayudó demasiado a que tuvieran una imagen decente de ella en el partido. No es que Borrás representara el ala liberal de Espinosa de los Monteros en todo su esplendor, pero sí que se identificaba más con ese ala más económica del partido frente a la que representa Jorge Buxadé. Esto, unido a que su fama interna no era especialmente buena desde el inicio de la legislatura ha acabado con Mireia Borrás en la puerta de salida y sin vistas a entrar a otra formación conservadora como el Partido Popular. La vida política de Borrás ha llegado a su fin y en Vox pocos lo lamentan. Curiosamente, es un ostracismo similar al que ha sufrido su «partner» Coco Robatto, desaparecido en combate desde hace meses.