Nuestro coche es uno de los lugares en los que más tiempo pasamos. Nos lleva y nos trae a los lugares que son de importancia en nuestra vida como nuestro trabajo, centro académico o reuniones con nuestros allegados. Podría incluso acuñarse que nuestro automóvil es una extensión de nuestra casa. Al igual que no nos gusta sentir olores nauseabundos en casa, ¿por qué habríamos de permitirlo en nuestro vehículo?
6Necesitaremos un vaso de bicarbonato

Repetiremos lo mismo que el amoníaco, pero esta vez con bicarbonato y, además, añadiremos a la “preparación” un poco de agua, suficiente para que se cree una superficie de pasta húmeda. Tomaremos con la mano pasta y la extenderemos por la zona que huele mal. No la retiraremos, sino que la dejaremos allí hasta que se seque. Cuando aspires pasadas 24 horas, te darás cuenta de que el olor ha desaparecido por completo, aun cuando tu nariz quede pegada a la tapicería. El bicarbonato con agua no habrá dejado nada de mancha, así que tampoco tendrás que preocuparte por esto.