La conexión de Conde-Pumpido con Moncloa da al PSOE la falsa sensación de que tiene idea de lo que pasa en Justicia

El PSOE sigue completamente perdido en temas de Justicia. Esto es una máxima histórica que solo maquilla el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, con su nombramiento relativamente reciente. Sin embargo, ante las inminentes elecciones, en el PSOE no saben qué harán con un Consejo General del Poder Judicial sin renovar desde diciembre de 2018. Si Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, logra renovar su puesto en la Moncloa, el PSOE se encontrará con el mismo problema: el bloqueo del Partido Popular que ya despierta vergüenza incluso en Génova. Y si Alberto Núñez Feijoo gana las elecciones y consigue gobernar con Vox, hay un sector importante del PSOE que se siente legitimado a hacer lo mismo que hicieron ellos durante los últimos cinco años.

La realidad judicial es un caos absoluto si se mira desde el prisma del PSOE, aunque dados los asesores que tiene Pedro Sánchez en esta materia tan importante para cualquier partido, empezando por la ministra de Justicia, parece que tiene hasta cierta razón de ser. En el PSOE saben (tal y como acreditan fuentes del partido) que han perdido la oportunidad de tener ojos y oídos en el Consejo General del Poder Judicial. Al menos lo han hecho lo que queda de legislatura. Pero no tienen la más mínima intención de revertir esta situación al menos hasta conocer el resultado de los comicios generales. El gran problema es que los socialistas se sienten bien informados solo por el hecho de que Sánchez tiene línea directa con un Cándido Conde-Pumpido, que solo está preocupado por conseguir sus objetivos personales.

Los socialistas no tienen claro si renovarán el Consejo General del Poder Judicial después de las elecciones o si directamente se convertirán en un «nuevo PP» que bloquee la renovación legitimados por la actitud del Partido Popular durante estos cinco años. Lo que sí tienen claro es que la sensación de «satisfacción» en este punto de Moncloa por las llamadas directas de Conde-Pumpido y por el hecho de que se han hecho con el control de Tribunal Constitucional (todo un hito para el PSOE dadas las últimas concesiones conseguidas por el partido en materia de justicia y dada la ministra que tienen destinada para este ámbito). Los socialistas saben que tener a Pilar Llop como nexo con el Consejo General del Poder Judicial es lo mismo que tener a cualquier socialista de las juventudes.

Pedro Sánchez se encontró cuando llegó a un Conde-Pumpido omnipotente en cuestiones judiciales solo apoyado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y su control de la minoritaria (pero eficaz) asociación de Juezas y Jueces para la Democracia. El PSOE solo tiene la sensación de control de determinados temas en el Consejo General del Poder Judicial por lo que tanto Robles como Conde-Pumpido transmiten a Moncloa. Sin embargo, y pese a que Pilar Llop está completamente ausente de todo lo que tenga que ver con trabajar, la sensación de satisfacción en el PSOE sorprende en el propio partido dadas las circunstancias. Se repite con cierta frecuencia el hecho de que nadie sabe cuál será la posición que tome el PSOE tras las elecciones en referencia a una renovación del Consejo General del Poder Judicial a la que han vuelto a hacer referencia esta semana desde Bruselas.

El plan C que sopesan en el PSOE implica carácter político. Pero lo cierto es que el miedo a Bruselas y a la prensa tiene asustado a un partido que no quiere malos titulares, y menos ahora. La posibilidad de incluir que se pueda renovar el Consejo General del Poder Judicial con una mayoría absoluta también está encima de la mesa, pero hace que más de uno en el partido se eche atrás con el mero planteamiento porque saben las consecuencias que tendrá para el Gobierno dar un giro de estas características. Sea como sea, la decisión no la tomará el PSOE.