Fue un golpe bajo. Pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tampoco supo qué contestar a este compromiso que el Ejecutivo ha adquirido con Bruselas. El equipo socialista se ha comprometido desde hace meses a implementar peajes en todas las autovías españolas para «hacer rentable» el mantenimiento de las mismas. El problema es que el PSOE está realizando un ingente esfuerzo para que no se sepa de qué forma aplicarán estas tasas una vez pasen las elecciones. Fuentes del partido aseguran que el Partido Socialista ya está trabajando en la forma de «camuflar» estos peajes. Y la clave está en echarse en brazos del ecologismo y en la idea de los «impuestos a los que más tienen».
En el PSOE tienen claro que no podrán atrasar mucho este compromiso adquirido con al UE de imponer peajes en toda España si consiguen revalidar a Pedro Sánchez en la Moncloa, algo relativamente probable. Aún así, el equipo del presidente del Gobierno ya trabaja en el relato en caso de imponer un compromiso que España ha adquirido con Bruselas para cuadrar las cuentas. La idea con la que trabaja el PSOE para justificar unos peajes que gravarán cualquier traslado por las carreteras españolas es la de echarse en brazos del ecologismo, cobrar más a los coches más contaminantes, excluir a los transportistas de dicho pago y además ver la forma de vender un relato por el cual quienes se trasladan en coche particular en realidad son de la «clase alta».
La idea que tienen en el borrador del proyecto es la de cobrar o bien una tasa anual a todos los conductores que vayan a utilizar las carreteras o la de colocar una pegatina en el parabrisas del coche que lean las cámaras de tráfico y te calculen los kilómetros que has recorrido para luego pasarte la factura. El único escollo que no saben bien cómo solventar es la idea de no cobrar a los coches que menos contaminen. Solo los vehículos más caros del mercado se podrán librar y el PSOE sabe que esto puede venir acompañado de una batería de críticas. El borrador lo está elaborando (aunque ahora está en standby) el Ministerio de Transportes de Raquel Sánchez. Pero no sabremos nada hasta que pasen las elecciones y siempre que el Partido Socialista consiga revalidar la presidencia del Gobierno.
Los peajes son una medida socialista que solo tenía la intención de contentar a Europa. Sin embargo, el PP tiene muy atado este compromiso y no ha dudado en echárselo en cara al presidente del Gobierno en pleno cara a cara entre el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, y el socialista Pedro Sánchez. Los socialistas no solo no supieron qué responder, sino que además no se habían preparado bien la respuesta a este golpe dado que consideraban que habían conseguido que la ciudadanía se olvidara de este compromiso adquirido por los socialistas sin consenso previo con el PP o con otras fuerzas políticas.
Ahora mismo el PSOE no reavivará ese asunto en ningún caso y bajo ningún concepto. La idea hace más de un año de Ferraz fue la de enterrar este compromiso porque sabían que sería demoledor en las elecciones. Sin embargo, el PP le ha cogido la matrícula y piensa airearlo siempre que pueda. El borrador, la forma de aplicarlo y el sistema se quedarán en standby hasta que pasen las elecciones y hasta que llegue el 2024, año en el que se deberá implementar esta medida. Entretanto, en el PSOE se repiten una y otra vez esa manida frase de la política: cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente.
