Alberto Núñez Feijoo le coge el gusto a comer en privado con Felipe González

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, tiene claro que necesita consejo de los más moderados. La idea que tiene el líder del PP es la de gobernar en solitario y volver al bipartidismo con la ayuda exclusiva del PSOE. Sin embargo, no parece que esté encontrando demasiados apoyos tanto a nivel interno como en el Partido Socialista. La buena noticia es que Feijoo ha encontrado a un socio importante que, pese a no querer dar la cara en público, ha cogido la costumbre de reunirse de forma asidua con el presidente del PP para tratar todo tipo de asuntos. Entre ellos: cómo acabar con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y cómo volver a la moderación. Ahora Feijoo y el expresidente del Ejecutivo Felipe González comen prácticamente cada dos semanas, según fuentes del PSOE.

Estas reuniones se han convertido en costumbre. El hecho de que solo el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero se haya volcado con Pedro Sánchez durante esta campaña ha dejado claro que el PSOE del nuevo líder socialista no cuenta con el apoyo de la vieja guardia. Ni Alfonso Guerra ni Felipe González, así como la mayoría de los integrantes de su Gobierno, se han volcado lo más mínimo con el presidente del Partido Popular. Pero lo más curioso es que uno de los más icónicos socialistas, Felipe González, ha ahondado profundamente en la relación que mantiene con Alberto Núñez Feijoo. Ahora comen un par de veces al mes y esto ha hecho que salten las alarmas tanto en Génova como en Ferraz, pero con más fuerza en esta última sede.

Estos encuentros básicamente se centran en la vuelta al bipartidismo. O al menos en hablar de ella y en escenificar por parte de Felipe González que el PSOE que él representaba ya no está en la misma línea ideológica que la que él llevó a cabo en su paso por la Moncloa. Las comidas son tan frecuentes que han llamado la atención tanto en Ferraz como en Génova. No ha sido algo nuevo. Desde que el presidente del PP llegó a su puesto ambos han trabajado en conjunto por tener una panorámica general sobre la situación política del país. No es que Felipe González vaya a apoyar abiertamente a Feijoo, pero si que no les importa que se conozcan sus encuentros para lanzar un mensaje de que la vuelta al bipartidismo (y a otro PSOE más moderado) es posible.

La presencia de los expresidentes socialistas ha chocado durante esta campaña electoral tan bronca. Mientras José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto para apoyar de forma quizás exagerada no solo a Pedro Sánchez, sino también a ministras que han salido muy mal paradas a nivel de imagen pública como puede ser Irene Montero, Felipe González o Alfonso Guerra se han volcado en mostrar que mantienen una excelente relación con Feijoo. A esto hay que añadirle el hecho de que el expresidente y el presidente del PP han hecho buenas migas y han institucionalizado eso de comer juntos para debatir sobre asuntos de Estado. Feijoo parece que ha dejado a un lado ese estilo tan propio de la Xunta para asesorarse de los pesos pesados sobre cómo debe llevar la política nacional siempre que aspire a ser presidente del Gobierno después del 23 de julio.

La frecuencia de las comidas solo ha llamado la atención por la ausencia de otras. Mientras que Felipe González se está volcando en explicar y asesorar al candidato popular, parece que José María Aznar se ha quedado en un tercer plano sin querer dar consejo a nadie más que no sea Cayetana Álvarez de Toledo o, con mucha suerte, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. No parece aventurado lanzar el mensaje que muchos afirman en Génova: el PP sigue dividido, pero las buenas cifras de las encuestas han atenuado las diferencias que tanto daño hicieron a Pablo Casado.