El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ha arremetido este viernes 14 de julio contra Vox, formación que considera «representa al fascismo», y ha pedido a la cultura «no callar» tras «los últimos casos de censura» que se han producido en ayuntamientos y comunidades.
«Tengo amigos en todas las opciones políticas democráticas de este país, desde la derecha hasta la izquierda abertzale, gente a la que respeto y quiero. Pero lo que no estoy dispuesto a aceptar, y soy muy claro, es el fascismo, y Vox lo representa», ha señalado Rebordinos a la conclusión de un acto en Madrid para presentar el cine español que acudirá al certamen.
No me puedo callar desde el mundo de la cultura, y creo que no deberíamos callar nadie, ante un grupo machista, fascista, que reivindica a un dictador asesino y que niega los derechos a aquellos que no tienen la sexualidad que ellos consideran que es la natural y la buena», ha lamentado.
Rebordinos ha reiterado que el Festival de San Sebastián «seguirá abierto a todas las opciones, desde la más conservadora hasta la más progresista», pero esto no incluye a Vox. «Esta es la casa de todos, pero no de aquellos que nos niegan los derechos a los ciudadanos y además creo que ha llegado el momento de decir las cosas claras», ha apuntado.
En este sentido, ha insistido en que «si esto no se dice hoy, igual uno se arrepiente mañana». «Lo decía en el discurso, recordemos que el nazismo llegó al poder con el voto de los ciudadanos, no lo olvidemos», ha añadido, para luego recalcar que en el Festival de San Sebastián hay «un espacio de libertad donde pueden estar representadas todas las opciones políticas».
Precisamente, durante la presentación de las películas españolas, Rebordinos ha explicado que el certamen es «un lugar de encuentro para diferentes maneras de entender la acción política» donde caben todos los discursos, «con una única condición». «Esta es la aceptación de la diferencia y la defensa de la libertad de todos, incluido el adversario político», ha apuntado.
«Nunca hemos tomado partido por unas siglas políticas o por otras y tampoco lo haremos ahora. Pero hay algo nuevo en estos momentos que nos obliga a permanecer indiferentes: el fascismo ocupa espacios en las instituciones democráticas y por primera vez podría formar parte del Gobierno de la nación. Tenemos la obligación de no permanecer callados ante esta irrupción de la extrema derecha», ha concluido.