El presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, ha tomado posesión de nuevo como máximo representante de la institución provincial, en el que será su cuarto mandato y que afrontará con mayoría absoluta al conseguir su grupo, el PP, 15 diputados frente a los nueve del PSOE y el de Vox, formación política que por primera vez accede a la corporación.
En el Patio del Patio de la Salina ha tenido lugar el acto protocolario que ha contado con la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, entre otros.
Tras el juramento y la promesa de los cargos, posteriormente los presentes han procedido a la votación, en el que los integrantes del PP han optado por Javier Iglesias para continuar al frente de la entidad, frente a los votos del PSOE que han sido para el portavoz de su grupo, Fernando Rubio, y la abstención del representante de Vox, Celestino del Teso.
A continuación, Javier Iglesias ha jurado el cargo y ha recibido de manos del diputado con mayor edad del pleno, el socialista Luis Rodríguez, tanto la medalla como el bastón de mando de La Salina de Salamanca.
Después, ha comenzado el turno de intervenciones con las intervenciones, primero, del único representante de Vox, para luego tomar el testigo, en orden ascendente de representación, el socialista Fernando Rubio y el popular Javier Iglesias.
Iglesias, tras el agradecimiento inicial a los presentes, se ha referido a los nuevos integrantes, a los que ha reconocido que el «vértigo» de los que empiezan lo tuvieron en su momento los que ahora repiten y que contarán con «una mano amiga» de los veteranos para el trabajo como diputados.
En su caso, el presidente ha apuntado: «Desde la serenidad y el sosiego que otorga la atalaya del paso del tiempo, han transcurrido rápido pero ya son doce años al frente de esta institución, me atrevo a expresar de manera franca que ha sido apasionante llevar a cabo acciones que van más allá de la prestación de servicios públicos».
«No ha sido fácil vencer la inercia y las innumerables dificultades y contratiempos, pero nuestras acciones demuestran que es posible», ha asegurado antes de reseñar que «es posible aportar por la innovación y el conocimiento en el sector primario» y que «es posible alentar el talento hasta en el último rincón de la provincia» como «mejor herramienta para combatir la despoblación, ese enemigo silencioso que acecha y que parece estar tan asociado al mundo rural».
«El factor clave y transversal en el que se sustenta esta nueva Diputación es el espíritu colaborativo, hemos abierto las puertas y ventanas de esta casa de par en par, hemos hecho de la colaboración una forma de hacer», ha continuado.
Asimismo, ha destacado que «la Diputación de Salamanca es pionera y lidera la puesta en marcha de acciones únicas» y que la entidad «podrá ser en el futuro más fuerte, más grande y más útil» y, antes de terminar, ha añadido que es «fundamental» desde La Salina que se sirva «con respeto, eficacia y utilidad a los cientos de alcaldes».
El portavoz del Grupo Socialista, Fernando Rubio, que afronta por segundo mandato esta responsabilidad, ha mostrado su interés por la «búsqueda del bien común» y «responder desde la responsabilidad» al cargo que tienen en la entidad.
«Es imperativo y urgente limpiar el buen nombre de la Diputación, profundamente dañado por la imagen que ha dado el equipo de Gobierno del Partido Popular en la legislatura recientemente concluida», ha manifestado.
En cuanto a la despoblación, ha argumentado que «continúa siendo el mayor problema en el presente en la provincia» y que «la percepción del mal es aún mayor» ante la «constatación general de que se habla mucho y se hace poco».
Igualmente, ya en referencia a los distintos ámbitos de acción política desde la Diputación, Fernando Rubio ha subrayado que desde el equipo de Gobierno «la tónica habitual ha sido negar cualquier propuesta» y ha puesto como ejemplos iniciativas de su grupo ante la despoblación, la oferta de vivienda y la estrategia «verde» de provincia.
En cuanto al representante de Vox, formación que por primera vez tiene representación en el Palacio de La Salina, su diputado, Celestino del Teso, ha abogado por que la Diputación sea «la casa común de todos los alcaldes, concejales y ayuntamientos».
Tras ello, ha asegurado que llega con el propósito de ofrecer «una oposición constructiva» y de «trabajar y luchar por la vida de todos y cada uno de los salmantinos» y así, «con voluntad crítica y trabajo diario», posibilitar que la provincia salmantina sea «un lugar ideal para quedarse a vivir».