El 23 de julio, Javier Ortega Smith se dedicó a hacer su propia campaña y fue el gran olvidado por su partido durante la noche electoral. Mientras que altos cargos como Iván Espinosa de los Monteros, Ignacio Garriga, Jorge Buxadé o Rocío Monasterio sí acompañaron al candidato de Vox durante el recuento de votos en la sede del partido, el que fue el secretario general de la formación y su actual portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, no acompañó a su líder durante la jornada más importante del partido a nivel nacional. Así, Santiago Abascal se rodeó el 23 de julio de un núcleo duro del que ha dejado de formar parte Ortega Smith, a pesar de seguir siendo el vicepresidente de Vox.
El representante de la formación verde en la capital encontró un espacio mediático en el que aportar su reflexión sobre la jornada electoral, en el que comunicaba que esperaba que el resultado de las urnas «sea la expresión democrática de todos los españoles, pero siempre para el bien de España y de los españoles”. Tras esta aparición individual en el colegio madrileño donde depositó su voto, Ortega Smith no volvió a ser visto por las cámaras en la fiesta que se celebraba en la Calle Bambú de Madrid a la espera de los resultados finales. Personalidades de menos rango estuvieron presentes durante todo el evento, pero el portavoz y vicepresidente no acompañó a los suyos.
En este sentido, políticos como Juan García-Gallardo, actual vicepresidente de la Junta de Castilla y León y líder de Vox en esta comunidad autónoma o María Ruiz Solás, quien le arrebató el número dos por Madrid a Smith en las listas para estas elecciones generales, fueron los que acompañaron a Abascal junto al clásico núcleo duro de Vox conformado por Garriga, Monasterio, Buxadé o Espinosa de los Monteros. La gran falta fue el político Ortega Smith, a quien cada día Abascal traslada a un plano más secundario, primero con su pérdida como número dos en las listas madrileñas y ahora con su «enterramiento» en día en el que las voces más fuertes y de la cúpula de los partidos aprovechan para dejarse ver delante de sus votantes.
Ortega Smith, «la mano dura» que Abascal no quiso de General
Ortega Smith ya había sufrido las consecuencia de la expulsión cuando en octubre de 2022, Abascal le quitó la secretaria general para mandarlo como candidato al ayuntamiento de la capital. Sin embargo, en este cambio salió ganando una de las actuales caras más visibles de Vox, Ignacio Garriga, quien estuvo varios años haciendo sus méritos en Cataluña para que Abascal le prestara la atención que él quería. Mientras, Ortega Smith paso de «personaje principal» a cubrir la vacante que había dejado la marcha de Macarena Olona, perdiendo así la posición en la que había estado como uno de los fundadores de Vox.
Aunque el día que Vox comunicó el cambio de mandos en el seno del partido, Smith comunicara su agradecimiento a todo el equipo, este no hizo ninguna referencia a su nuevo puesto como vicepresidente ni a Santiago Abascal. Por más que el partido comunicó que el antiguo secretario general había presentado de forma voluntaria su renuncia, las noticias del momento ya informaron de que Ortega Smith tuvo diferentes enfrentamientos con políticos de la formación por la «mano dura» con la que dirigía la organización. En este sentido, Olona fue una de las personas que informó que no podía dar un paso sin que Ortega Smith interviniera en sus movimientos.
Ortega Smith no solo perdió la secretaria, sino también parte de los apoyos el 28M
El que fue secretario general de Vox quiso centrar sus esfuerzos en conseguir mejorar los resultados del partido verde en el Ayuntamiento de Madrid. Por ello, junto a Monasterio, encabezó una campaña en toda la capital que destacó por el mensaje efectivista contra los okupas, los menas, la inseguridad de la ciudad o lo manteros. Sin embargo, lo que sí le funcionó a Vox en 2019 como consecuencia de una sociedad crispada con los representante políticos del Partido Popular, no tuvo el mismo efecto en un ámbito más local contra Almeida y Ayuso, quienes resultaron ser los protagonistas de las elecciones del 28M por recuperar la presencia de los populares en la capital.
Por su parte, Ortega Smith y Monasterio, no solo no revalidaron su candidatura, sino que perdieron parte de los votos conseguidos en las anteriores elecciones municipales y autonómicas. Ambos candidatos fueron los responsables de que Vox dejara de ser relevante en la capital española y, tras la convocatoria de elecciones generales, sufrieron sus consecuencias. Mientras Smith perdía el número dos de la lista por Madrid, Monasterio no ha formado parte de estas y ha sido relegada a la Asamblea. El siguiente paso ha sido la ausencia de Ortega Smith en lo que suponía ser el evento más esperado del año para el partido, pero que no ha contado con uno sus principales portavoces.