En verano nuestra principal preocupación es evitar problemas de salud oculares causados por la exposición excesiva al sol y el polvo. Los ojos son una de las partes más vulnerables del cuerpo humano y la exposición excesiva al sol en los días de verano puede ser perjudicial para los ojos. Los expertos aconsejan limitar al mínimo esta exposición, durante los meses más cálidos del año e incluso durante el resto del año.
Los principales problemas relacionados con los ojos provocados por la exposición excesiva al sol son la irritación ocular, la sequedad, el enrojecimiento y el escozor en el área de los ojos. Además, la exposición excesiva al sol también puede aumentar el riesgo de ceguera y problemas oculares más graves. Por ello, es importante tomar las medidas correctas que nos permitan proteger los ojos durante los días calurosos de verano.
1Usa unas gafas de sol adecuadas
Las gafas de sol no son solo un complemento fashion, sino una parte esencial de nuestro arsenal de herramientas para proteger nuestros ojos del sol y otros agentes nocivos en verano. Los ópticos recomiendan usar gafas de sol que bloqueen al menos el 95 por ciento de los rayos ultravioleta y que rechacen al menos el 40 por ciento de los rayos visibles. Estas gafas de sol también deben cubrir toda la superficie de la superficie exterior del ojo, desde la sien hasta la mejilla.
Además, cuando se compran gafas de sol hay que asegurarse de que sean de calidad y de que estén certificadas por un médico. Unas gafas de sol de buena calidad ofrecen una mayor protección y duran mucho más tiempo.
Asimismo, aunque los niños y las personas mayores deben usar a menudo gafas de sol, es aún más importante que los niños use gafas de sol de buena calidad para proteger su vista, ya que la luz solar puede ser más dañina para los ojos de los niños.