Vlada e Ilya, un matrimonio ruso han recorrido más de 17 mil kilómetros con la intención de que su hijo naciera en Chile, específicamente en la ciudad de Viña del Mar. Esta situación no era para nada común en dicho país, no obstante, se ha ido frecuentando la situación de que los padres sean extranjeros y el bebé haya nacido en suelo chileno.
La pareja a pesar de no tener ninguna relación con el país de nacimiento de su primogénito han elegido Chile, ya que habían estado con anterioridad y creen que es un país que tiene muy buenas oportunidades, buena economía, considerándose esta una de las más fuertes de latinoamérica. Además, lo que también ha motivado a la pareja rusa en tener un hijo en Chile es que pueda tener esta otra nacionalidad y así poder viajar por el mundo de manera libre.