El voto CERA, el de los españoles residentes en el extranjero, podría ser decisivo en el resultado de estas elecciones generales del pasado domingo. En total, hay seis posibles escaños en disputa, aunque son un total de nueve provincias en las que bailan por un puñado de votos, aunque en dos tercios de estas circunscripciones el cambio de color es prácticamente imposible a tenor de los resultados de pasadas elecciones de 2019.
A los votos depositados en las urnas se les une los enviados desde los consulados y embajadas, unas papeletas que comenzarán a sumarse a las respectivas mesas electorales desde este viernes y hasta el 1 de agosto, cuando finalice el recuento oficial. No obstante, incluso con el recuento de las actas que ha obligado la Junta Electoral.
EL VOTO CERA PONE EN JUEGO EL ESCAÑO EN MADRID
El voto CERA, con o sin recuento, podría mover escaños, aunque tradicionalmente siempre ha favorecido a la izquierda. No obstante, estas elecciones son atípicas, con la sombra del bloqueo institucional y la repetición electoral en caso de que Carles Puigdemont no alcance un acuerdo con el PSOE de Pedro Sánchez.
Los números son más complejos de lo que parecen en un primer momento
El número de votantes CERA suma un total de 2.328.261 papeletas, 200.000 más respecto a 2019. El número es más que suficiente para mover un escaño dado el resultado estrecho en algunas circunscripciones, como Madrid, Girona, Ávila o Albacete, entre otras. En este sentido, el PP y PSOE de Madrid se disputan un escaño por tan sólo 1.749 votos. Los ‘populares’ se juegan la entrada del navarro Carlos García Adanero, conocido por sus discursos contundentes contra el PSOE y Sumar; mientras los socialistas se encomiendan al ex alcalde de Alcalá de Henares Javier Rodríguez Zapatero, un entusiasta de la «oración paracaidista».
Las matemáticas de la ley de D‘Hont son muy caprichosas y a pesar de la estrecha diferencia entre PP y PSOE, los números son más complejos de lo que parecen en un primer momento. Así, si el PP arrebatara al PSOE el escaño necesitaría 1.749 votos, siempre y cuando el PSOE no recibiera ninguno de ellos. Pero en el caso de que los socialistas obtuvieran sus papeletas, el coste para los populares se dispararía.
LA FÓRMULA DEL VOTO CERA VA MÁS ALLÁ
La fórmula es sencilla. Los votos del PP tienen que ser mayores a 1,4545 veces los del PSOE más esos 1749 votos, según ha explicado la matemática Raquel Villacampa en sus redes sociales. Si el PSOE tiene cero, valdrían esos 1.749; si los socialistas obtienen 20.000, el PP tendría que contabilizar un total de 30.839 votos para arrancar ese asiento.
Carlos García Adanero, el exdiputado de UPN es el número 16 de la lista del PP y también concejal en el Ayuntamiento de Pamplona. El conocido «azote de los rojos», como se le denomina en determinados círculos, podría tener el escaño en caso de renuncia de un compañero de partido con acta o bien con el CERA.
Su presencia en el Congreso de los Diputados es clave a la hora de conformar un nuevo Gobierno Frankenstein. Por un lado, restaría un diputado al PSOE y sumaría uno más al PP, es decir, un empate a 171 entre el bloque de la derecha y la amalgama de partidos separatistas, de derechas catalanes y vascos, con la dirigente comunista de Sumar y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Todo ello, obligaría al bloque de la izquierda a obtener el voto favorable de Junts, con Carles Puigdemont al frente. No valdría la abstención de la extrema derecha patriótica catalana.
CONCEPCIÓN VERAY TIENE MUY COMPLICADO SU ESCAÑO
En Girona habría posibilidad de un cambio de color, aunque es remota. Los ‘populares’ con Concepción Veray trata de arrebatar el escaño a Junts. Tan sólo les separan 363 votos, pero en las pasadas elecciones de hace cuatro años tan sólo 200 votos del CERA fueron a parar a los azules y los ‘naranjas’ de Ciudadanos, mientras Junts obtuvo más de 300.
Si bien, el independentismo estaba más movilizado antes que ahora. La sorpresa llevaría al PP al empate con Junts y ERC en número de escaños, mientras los ‘populares’ aumentarían su ventaja en número de votos. El PP también podría arrancar a Vox otro diputado, relegando a los de Santiago Abascal a los 30 diputados.
El PSOE, por su parte, disputa la posibilidad de arrancar un escaño más en Tarragona, Asturias y Málaga, respectivamente, y tan sólo el de la provincia andaluza cambiaría la composición de los bloques. Eso sí, de nuevo la fórmula de D’Hont será crucial para determinar al ganador.
A pesar de la estrecha relación, Villacampa advierte que los cambios por el voto CERA no son fáciles. Y es que, lo normal es que los partidos mayoritarios sumen votos con estos españoles.