España enfrenta una situación de sequía prolongada en diversas zonas, una problemática que también afecta a nivel global. Uno de los principales factores es la presencia de sequías cíclicas características del clima mediterráneo, que se agravan debido al cambio climático. Además, la demanda de agua ha aumentado considerablemente, especialmente en regiones con acuíferos sobreexplotados, debido al incremento en la superficie destinada a cultivos de regadío.
1TIPOS DE SEQUÍA
Existen varios tipos de sequía. El primero de ellos es la sequía meteorológica, que es la falta prolongada de precipitaciones y sirve como origen para los otros tipos de sequía. La sequía hidrológica, por su parte, se refiere a la disminución de los caudales de agua en ríos y la reducción de los volúmenes de agua almacenados en embalses por debajo de los niveles normales.
Por otro lado, la sequía agrícola ocurre cuando hay un déficit de humedad que afecta la capacidad de un cultivo para satisfacer sus necesidades en un lugar y momento específico. Por último, la sequía socioeconómica se manifiesta cuando la escasez de agua tiene un impacto directo en las personas y en la actividad económica.