A Vox se le atragantan los «fichajes estrella» y se relega a la idea de traer a Juan Carlos Girauta

Vox lleva tiempo intentando llevar a cabo fichajes estrella. Primero se habló de Cayetana Álvarez de Toledo, después de la posibilidad de traer a Sergio Sayas y ahora, dado que no parece que le salgan del todo bien estas conversaciones, se está planteando en abrirse a Juan Carlos Girauta, el exdirigente de Ciudadanos reconvertido a votante de Vox. Las últimas palabras de Girauta y los enfrentamientos con periodistas como Federico Jiménez Losantos ya puso en alerta a más de uno, pero lo cierto es que ante la necesidad de cambios, desde Vox comentan la posibilidad de que Girauta sea uno de sus fichajes estrella. Al menos el exdirigente de Ciudadanos ya ha asegurado que votará a Vox. Del Partido Popular ya no quiere saber nada.

La repetición electoral no parece que esté tan cerca como le gustaría al Partido Popular, pero desde Vox temen que esa hipotética vuelta a las urnas les perjudicaría sobremanera dado que el bipartidismo tiene una tendencia al alza. Con los dirigentes de Vox completamente quemados, con un Santiago Abascal que ya no motiva a su electorado ni en el momento de mayor desgaste de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder socialista, y con una falta importante de caras nuevas desde hace años, desde las bases del partido y entre algunas conversaciones de dirigentes ya se abren a la posibilidad de que entre gente nueva para dar un nuevo aire al partido. El problema es que las pocas veces que lo han intentado, no han conseguido seducir del todo a los candidatos. La primera fue Cayetana Álvarez de Toledo y en el último momento decidió quedarse en la empresa grande. Y la segunda vez que lo intentaron, Sergio Sayas hizo lo propio.

Juan Carlos Girauta, un exdirigente de Ciudadanos que ha sufrido una «derechización» importante en su retiro desde que salió junto a Albert Rivera de la formación naranja, ya se ha postulado para entrar en Vox; o al menos es como lo han interpretado algunos integrantes del partido al ver que en público ha dicho que les vota. Desde Vox no le ven como una mala opción ni como un mal fichaje dado que siempre ha tenido tirón político entre el electorado de la derecha. No es precisamente sangre nueva, pero sí que puede ser un soplo de aire fresco dar un giro a un partido que se ha hundido con el paso del tiempo hasta el punto de que han obtenido un resultado lo suficientemente malo como para hacerles pensar en la desaparición política en un futuro.

Girauta se ha dedicado a pasearse por algunos medios de comunicación y por la radio en calidad de tertuliano sin tener ninguna pretensión política clara. De hecho, desde el entorno de Girauta no se atreven a afirmar si quiere volver o no a la política. Ahora bien, lo cierto es que desde Vox se han disparado los comentarios en referencia a la vuelta de Girauta porque consideran que cualquier cambio de calado puede ser positivo para revitalizar una formación con una clara tendencia a la baja. Estas elecciones, donde Vox ha caído unos cuantos escaños (de 52 a 33 diputados en el Congreso), han marcado una línea descendente que no gusta nada en el seno de Vox. Y las críticas incluso han llegado a plantear si la salida de Santiago Abascal podría dar vida al partido.

BUXADÉ, EL SUSTITUTO

El problema que viven dentro de Vox se llama Jorge Buxadé. El control que ha conseguido dentro del partido y la forma en la que ha enterrado a Iván Espinosa de los Monteros y al ala liberal deja entrever que Juan Carlos Girauta no tendría encaje en un Vox marcado por la «falange auténtica» de la que presume ser Buxadé. La salida de Santiago Abascal no dejaría mucha cintura al partido ni habría caras conocidas claras para liderar el partido. Las fuentes de la formación dejan claro que solo Buxadé y Espinosa de los Monteros podrían pujar por ser los candidatos. Y entre ellos dos, el primero tiene más tirón interno que el segundo.

La entrada de Girauta, dicen las fuentes, solo tendrían sentido en caso de que hubiera una repetición electoral en Navidad y en el caso de que Santiago Abascal se mantuviera como candidato del partido. Sería intentar buscar caras nuevas a la misma candidatura sin realizar demasiados cambios profundos. De algún modo, sería encarnar en Girauta a la nueva Cayetana para ver si una cara nueva les empuja a tener más tirón en los comicios.