La Audiencia Nacional (AN) ha autorizado que el exconsejero madrileño Alberto López Viejo, condenado por el ‘caso Gürtel’, salga puntualmente de prisión para ayudar a refugiados ucranianos asumiendo de esa forma «valores solidarios alejados del ánimo de lucro excesivo que presidió su actividad delictiva».
En un auto del pasado 18 de julio, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria insta a la Administración Penitenciaria a que se coordine con la Fundación Altius para su participación en las actividades, que inicialmente realizará los lunes, miércoles y sábados de 16.00 a 20.00 horas.
Para el juez José Luis Castro «no cabe duda que la actividad del interno en la Fundación Altius va a incidir, a través la ayuda a personas que están sufriendo las consecuencias de una terrible e injusta guerra en Ucrania, en su propio posicionamiento ante el delito cometido, la reparación social la posibilidad de cumplimiento del fin resocializador de la pena».
La actividad a realizar en la Fundación Altius, permitirá al penado, a través del voluntariado a realizar, asumir valores solidarios alejados del ánimo de lucro excesivo que presidió su actividad delictiva, comprendiendo las necesidades mínimas de muchas personas que sufren carencias que afectan a su vital, y especialmente a personas y familiares que han tenido que desplazarse a nuestro país escapando de una guerra vil y cruel, dejando atrás su tierra, su cultura, sus costumbres», incide el magistrado.
En esta línea, el juez destaca que «la labor que puede hacer el interno es enorme en la ayuda a estas personas, lo que le permitirá asumir plenamente la concienciación de su responsabilidad». Especialmente, anuda, cuando se trata de colaborar con personas alejadas «seguramente de sus familiares y amigos, con escasos o ningún bien en España, y pensando en todo momento en volver a su tierra querida«.
El magistrado explica que López Viejo ha realizado «durante el disfrute de permisos actividad de voluntariado» en la citada fundación, como así consta en una carta del director de la institución. Existe, además, un contrato de voluntariado de mayo de este mismo año.
Así las cosas, el exconsejero «seguirá clasificado en segundo grado disfrutando de los permisos propios de su clasificación si se dan los requisitos legales y una positiva evolución, consolidando los factores positivos que ya existen, permitirá obtener en el futuro no lejano mayores cotas de libertad».
Cabe recordar que el que fuera consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid fue condenado por la primera época de Gürtel a 27 años y 10 meses de prisión por delitos de prevaricación continuada, malversación continuada, fraude continuado, cohecho pasivo continuado y blanqueo de capitales.