La Generalitat de Pere Aragonès aleja la posibilidad de celebrar la Ryder Cup 2031 en Cataluña, concretamente en Caldes de Malavella. El Ejecutivo autonómico denegó la pretensión del complejo Camiral Golf & Wellness, ubicado en Caldes de Malavella (Girona), de construir un complejo con con 185 viviendas, condición indispensable para levantar el campo deportivo.
La prohibición del permiso conlleva la negativa de la organización a celebrar la Ryder Cup en plena costa brava ya que son necesarios al menos tres campos de golf. El levantamiento de este terreno pondría la zona en el mapa a Cataluña con uno de los torneos más importantes del mundo, por detrás de la Superbowl, Juegos Olímpicos y Mundial de fútbol.
La Generalitat ha rechazado el proyecto por la acuciante sequía, con restricciones en la zona, y la existencia de numerosos campos de golf en la misma comarca. La zona de Caldes de Malavella se ha librado de las últimas restricciones, pero no así las comarcas colindantes, como el Empurdà y el Baix Empurdà.
LA GENERALITAT SE INSTALA EN EL NO A LA RYDER CUP
Para la Generalitat de Aragonès, un nuevo campo de golf representaría un nuevo agravio comparativo con el resto de restricciones puestas en marcha este mismo martes, donde cientos de pueblos tienen limitado el consumo de agua.
tenemos que preservar más que nunca el territorio y los recursos hídricos
Caldes de Malavella es una localidad con una gran cantidad de agua, su balneario es muy conocido en la zona, así como la agricultura, pero un nuevo campo de golf chocaría de frente con las política de gestión del agua, restricciones y sequía. Para Aragonès, «tenemos que preservar más que nunca el territorio y los recursos hídricos, estas infraestructuras están perfectamente preparadas para cubrir cualquier tipo de evento y no hace falta ampliarlas». De hecho, insta a todas las competiciones deportivas utilizar las infraestructuras ya levantadas, sin necesidad de construir nuevas.
El proyecto, no obstante, asegura que el agua utilizada es reciclada y la inversión sería íntegramente privada. Asimismo, aún habría posibilidad de celebrar la Ryder Cup si la organización decide utilizar los tres campos de golf en la zona. Desde el Ayuntamiento siempre han defendido la opción de llevar a cabo el proyecto, pero con un gobierno de Junts es complicado cuando delante se tiene a la Generalitat de ERC.
LA GENERALITAT PONE FRENO AL GOLF EN LA COSTA BRAVA
De hecho, el denominado PGA de Cataluña se riega de esta forma desde hace casi tres décadas, sin utilizar agua potable. Para ello, se utiliza una gran depuradora de agua con la que se genera el agua suficiente para abastecer a todo el interior del complejo. Este líquido elemento es inservible para la industria, la agricultura y el consumo humano debido a los distintos tratamientos dados, pero sí es válida para regar los campos. Por tanto, la sequía suena más a excusa que poner a Caldes de Malavalla en el radar sin tener que realizar una campaña turística.
El presidente de la Federación Catalana de Golf, Ramon Nogué, señaló que el escolló más grande son las viviendas, pero defendió que la inversión es de 150 millones de euros, unos 50 por parte del Gobierno de España, otros 30 para el PGA y entre 40 y 50 para la Generalitat. Todo ello, con siete años por delante para amortizarlo. Esta inversión se recuperaría con creces dado el impacto económico y social.
MIL PUESTOS DE TRABAJO, EN RIESGO
La Generalitat de Aragonès, por otro lado, hace oídos sordos al impacto económico del proyecto. Sólo en la zona se estima un impacto de 1.300 millones, entre hoteles, turismo y el uso de vehículos de alquiler, así como un empuje a una zona muy dependiente de la temporada estival. Asimismo, se crearían de forma directa e indirecta más de un millar de puestos de trabajo y atraería a unos 250.000 personas como público.
Esta decisión de la Generalitat es un jarro de agua fría al Gobierno de Pedro Sánchez, que ha defendido públicamente la celebración de la Ryder Cup en la costa brava.