Desde Ferraz lo ven claro. Cada vez son más las voces que claman por un cambio de rumbo en el PSOE ante un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que aparentemente ha salido reforzado. Todos los socialistas más críticos con la gestión del líder del PSOE han intentado hacer tambalear la legislatura y el poder de Sánchez. Sin embargo, se ha sumado un viejo político que muchos en el partido consideran que «fue defenestrado» de forma completamente injusta a una ola de críticas liderada por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Que haya reaparecido Tomás Gómez no ha sido un terremoto, pero sí que denota que el movimiento interno en el PSOE se deja notar más de la cuenta ahora que Pedro Sánchez no las tiene todas consigo. La rebelión en el Partido Socialista amenaza con ir a más siempre que Sánchez no ate pronto los apoyos.
La realidad de Tomás Gómez es triste, siempre que se atienda a cómo un político prometedor acabó defenestrado porque así lo quisieron unos pocos. Sin embargo, ha querido volver por la puerta grande para intentar dinamitar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Hay una tendencia en el PSOE, tal y como acreditan fuentes del partido, que aboga porque el presidente llegue a un acuerdo de mínimos con el Partido Popular para que gobierne la lista más votada. Básicamente, Tomás Gómez quiere que Pedro Sánchez se someta a la teoría de Alberto Núñez Feijoo y deje gobernar al PP sin impedimentos de ninguna clase. La entrada de Tomás Gómez no ha generado revuelo, pero que se haya unido a esos críticos liderados por García-Page sí que lo ha hecho. Todo tiene que ver con el hecho de que el PSOE dependa completamente de partidos nacionalistas y de tendencias claramente regionalistas.
La motivación de Tomás Gómez para lanzar estos comentarios tiene que ver con los mismos principios impuestos por el líder de la oposición interna del PSOE. El que Pedro Sánchez esté dispuesto a dar lo necesario a partidos como EH Bildu, BNG, PNV, ERC y Junts per Catalunya ha motivado a los socialistas más moderados a levantar la voz y a intentar dinamitar los pasos de Sánchez ahora que la investidura todavía está en el aire. La estrategia, según cuentan fuentes directas de Ferraz, es afear todas las concesiones que pueda dar Sánchez a los nacionalistas y a los independentistas para intentar dinamitar un acuerdo de investidura. No hay que olvidar en ningún momento, según detallan las fuentes, que lo que buscan los críticos liderados por el presidente manchego es que Sánchez tenga que ir a una repetición electoral para ver si cae y se abre la oportunidad de unas primarias que cambien el rumbo del PSOE.
La revuelta interna del Partido Socialista de momento está en un formato más apagado porque saben que Pedro Sánchez ha salido aparentemente reforzado de las elecciones al aguantar el tipo y mantener las opciones de ser investido como presidente del Gobierno. El que Ferraz ya haya iniciado el «plan renove» para cambiar barones incómodos es toda una declaración de intenciones porque ante la debilidad de la cúpula socialista es mejor desprenderse de nombres como el de Javier Lambán, Juan Espadas o Emiliano García-Page. Pero mientras no lo haga, sonarán las críticas en los pasillos de Ferraz hasta que sea necesario.
EL ‘PLAN RENOVE’
Ferraz prepara el «plan renove» para echar de la carrera política a los barones socialistas más incómodos y para ocupar algunos puestos que se han quedado libres desde el momento en el que se celebraron las elecciones autonómicas. Javier Lambán, candidato del PSOE en Aragón, Juan Espadas, en Andalucía, y Guillermo Fernández-Vara, en Extremadura, son algunos de los candidatos que el partido quiere cambiar. Pero que se resista Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha es una de las cosas que más irrita a Santos Cerdán, el encargado de buscar caras nuevas y secretario de Organización del PSOE. El plan renove empezará de un día para otro, pero todo depende de que Pedro Sánchez consiga la investidura. «Si Sánchez es presidente, habrá cambios importantes», detallan fuentes del partido.
Todos los socialistas están atentos a la nueva purga interna que se avecina a nivel nacional. Cada comunidad autónoma mira muy de cerca a sus candidatos porque saben que Sánchez ha dado la orden a Santos Cerdán de que haya cambios profundos una vez consiga la investidura. El caso de Javier Lambán es uno de los más sonados. Su campaña contra Sánchez en cuestiones como el pactar con el separatismo catalán o con con la izquierda abertzale. Lambán ha obtenido un resultado insuficiente en las elecciones del 28 de mayo y ha dado la excusa perfecta a Pedro Sánchez para buscar un cambio. El encargado de buscarle sustituto ya está en ello. Y más ahora que el expresidente de Aragón Lambán, uno de los más críticos junto a García-Page por los pactos de Pedro Sánchez con partidos como ERC, está a las puertas de ver cómo Sánchez llega a un acuerdo con más concesiones para los separatistas.
