Los cuatro tripulantes detenidos del velero interceptado a unas 30 millas de la costa de Santander con de 2,2 toneladas de cocaína pasarán a disposición judicial este viernes.
Declararán ante la Audiencia Nacional, al ser una operación internacional, pero lo harán por videoconferencia, desde los Juzgados de Santander, han informado fuentes de la investigación.
La embarcación fue interceptada y abordada por una patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en la medianoche del martes al miércoles, y los cuatro miembros de la tripulación -el patrón, de origen vasco, dos venezolanos y un colombiano- reconocieron que llevaban a bordo la mercancía.
No opusieron resistencia al ser arrestados y fueron trasladados a dependencias de la Guardia Civil, mientras el velero, con bandera británica, fue remolcado hasta el Puerto de Santander, donde llegó a las ocho de la mañana del miércoles para ser custodiado en el Muelle de Maliaño.
Allí se procedió al registro, que se prolongó durante tres horas, desde la nueve a las doce de la noche del miércoles, y se tomaron las muestras pertinentes para el análisis de la droga antes de su destrucción.
Las más de dos toneladas de cocaína incautadas hacen que se trate de un alijo histórico, de los mayores realizados en Cantabria, y se estima que el valor de la mercancía en el mercado habría alcanzado los 70 millones de euros.
El velero, tipo ‘sloop’, de 13 metros de eslora y nombre ‘Night Falls’, había salido del Reino Unido y llevaba tres meses de travesía.
Fue localizado por el patrullero ‘Alcaraván I’ de Vigilancia Aduanera, con base en Santander, sobre las doce de la noche del martes al miércoles, tras dos días de búsqueda y después de haber recibido una información del país británico.
Estaba parado en alta mar y las condiciones meteorológicas eran adversas. Había desconectado los instrumentos que permiten su localización y tenía apagadas también las luces obligatorias para la navegación.
Fue detectado por un radar cuando probablemente esperaba la llegada y auxilio de otras embarcaciones para descargar y evacuar la droga. Se desconoce hacía dónde se dirigía o dónde tenía previsto atracar, aunque podría proceder de Sudamérica rumbo a España.