Durante los veranos, cuando el tiempo es más caluroso, puede ser un gran momento para disfrutar de algunos días de descanso y emoción. Pero también es importante tener en cuenta los elementos secundarios, como el calor, que pueden provocar físicamente problemas a quienes se desplazan.
Los viajes estivales a veces requieren una planificación y un cuidado especiales, por lo que a continuación presentaremos algunas consideraciones importantes, para planear eficientemente un viaje y mantener la salud en verano.
1Reconoce tus límites
Es importante que cada persona reconozca sus límites y las áreas donde el clima puede causarle problemas, para que se preparen mejor. Si eres propenso a enfermar debido a calores extremos o si tienes una enfermedad subyacente que se pueda agravar por el clima cálido, debes tomar algunas medidas para mantener la salud. Esto puede incluir llevar medicamentos contigo para aliviar los síntomas de la enfermedad o hacer algunos cambios en tu estilo de vida antes de viajar en condiciones climáticas cálidas.
Es importante que cuando te desplaces lleves contigo los equipos adecuados para prevenir problemas durante el viaje. Esto incluye llevar prendas ligeras y transpirables para alertar el sobrecalentamiento, llevar sombreros y protector solar para protegerse del sol, así como zapatos cómodos para caminar y eliminar el riesgo de lesiones. Los objetos adicionales adecuados como botellas de agua y elementos de refrigeración como una bolsa de hielo pueden ser muy útiles para prevenir el calor.
Aunque es muy probable que se necesite gestionar el calor durante un viaje, también debe considerarse una estrategia general para aliviar activamente el calor. Esto puede incluir llevar bebidas frías para refrescarse, nadar o caminar con menos intensidad para evitar el sudor excesivo y beber mucha agua para evitar la deshidratación. Si el calor es extremo, debes evitar salir al sol o permanecer en áreas bien ventiladas para prevenir enfermedades graves como el golpe de calor.