Como ya afirmó Carmen Calvo mientras llevaba colgado un bolso de Luis Vuitton de casi 2.000 euros: «buen verano a quien se lo pueda permitir». Esta polémica frase que hizo arder las redes sociales, junto al caro complemento que vestía a la política, era el presagio de la cantidad económica que recibirán los nuevos diputados del Congreso en sus cuentas a finales de agosto, a pesar de no haber trabajado por la inexistencia actual de Cortes Generales. Mientras que la capital de España se mantiene gracias a quien no puede irse de vacaciones en verano, los políticos de la Cámara Baja huyen del calor de Madrid con un sueldo que multiplica por cuatro el Salario Mínimo Interprofesional.
Como consecuencia de las Elecciones Generales celebradas el 23 de julio, el 30 de mayo se público en el BOE el Real Decreto por el que las Cortes quedaban disueltas hasta el 17 de agosto, día en que la nueva composición de las cámaras, resultante de los comicios, se reúnan en sesiones constitutivas para poner en marcha la XV legislatura. Así, tras los comicios nacionales, la Diputación Permanente es la encargada de velar por la Cámara hasta que se conformen unas Cortes que no solo están disueltas, sino que también están cobrando a pesar de no haber jurado todavía la Constitución.
Los nuevos diputados, hayan estado o no en la anterior legislatura, cobrarán a finales de agosto un mínimo mensual de 4.085,64 euros, aunque no vayan a «jurar» sus funciones hasta el 17 de agosto, cuando se conforman las cámaras. Aunque todas sus señorías ya tengan disponible su acta y su maletín de parlamentario listo en el Congreso, solo 100 de los 350 políticos han hecho acto de presencia en la Plaza de las Cortes número 1. Las vacaciones han marcado la ausencia de muchos de los diputados, quienes tienen hasta el 16 de agosto para hacer todas las gestiones correspondientes.
Salario base y complementos sin haber empezado a trabajar
Cualquiera querría las condiciones salariales que tienen los políticos de la Cámara Baja. Antes si quiera de empezar a trabajar, los diputados ya tienen garantizados un salario base, a pesar de que su trabajo no comience hasta mitad de agosto, pero además cuentan con añadidos y complementos que aumentarán la cuantía que recibirán en sus carteras a finales de agosto. Tal y como informó Europa Press, «Los nuevos diputados, además del ‘salario base’ y las indemnizaciones para gastos de representación, podrán recibir una serie de complementos para gastos de representación y de libre disposición en función del cargo parlamentario que desempeñen».
Así, según el régimen económico y ayudas de los miembros de la Cámara en 2023, estos complementos varían según el cargo que vaya a desempeñar cada diputado o diputada. Los añadidos por gastos de representación van desde 775,18 a 3.714,99 euros al mes, mientras que los gastos de libre disposición forman una horquilla que oscila entre 736,05 y 3.045,96 euros mensuales. Además, a esto hay que añadirle los ingresos externos de cada político que cobran de su trabajo fuera del Congreso.
Ser diputado en España, un «oficio» de lujo
Ser político en España es un oficio que llena cuentas bancarias y tiene múltiples beneficios. En concreto, ser diputado del Congreso, además del salario y de la suma de complementos, cuenta con añadidos dignos de un CEO de una empresa privada. Así, un parlamentario tiene su despacho privado en el Palacio de las Cortes y puede disfrutar de coche oficial, o en el caso de que su puesto no cuente con este beneficio, disfrutará de una tarjeta de crédito que «permite abonar el servicio de taxi en la ciudad de Madrid. La disponibilidad de dicha tarjeta tiene un límite anual de 3000 euros», según la propia página del Congreso.
Además, la propia Cámara Baja será la encargada de cubrir «los gastos de transporte en medio público» así como el «uso del propio automóvil en sus desplazamientos a la Cámara para el cumplimiento de sus funciones parlamentarias, en cuyo caso y previa justificación, se abona 0,25 euros por kilómetro así como, en su caso, los importes de los peajes de autopistas». Junto a estas ayudas, los diputados cuentan con indemnizaciones o dietas que suman cantidades muy alejadas de la realidad salarial del resto de los españoles. Mientras que el SMI en España está fijado en 1.080 euros en el caso de percibir 14 pagas, es decir 15.120 euros al año, el sueldo base anual de un diputado sería de 55.803,86 o 70.143,36 euros brutos, sin contar con los añadidos.