La ‘sensibilidad’ del CNI con el Sáhara Occidental complica la estrategia a Pedro Sánchez

Fuentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) así lo confirman. El Sáhara Occidental es una cuestión que preocupa mucho en los servicios de inteligencia españoles mientras el Gobierno tiene una hoja de ruta marcada en este punto por el presidente, Pedro Sánchez. En el PSOE no se atreven a asegurar qué pasos dará el Ejecutivo si el líder socialista es investido de nuevo, pero sí que reconocen que la oposición total de los partidos políticos, de parte del PSOE y de instituciones tan relevantes como el CNI al rumbo marcado por el presidente es un problema que solo se solucionará con la salida de Pedro Sánchez de la Moncloa. Estas mismas fuentes del CNI dejan claro que haber reconocido por carta la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental no ha hecho desaparecer la amenaza que supone el país de Mohammed VI para Ceuta y Melilla.

El escenario político marcado es complejo. No solo porque haya contrapesos internos en el CNI que no están en absoluto de acuerdo con las decisiones tomadas de forma unilateral por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sino porque resulta que en las listas de Yolanda Díaz, vicepresidenta del Ejecutivo y líder de Sumar, hay una activista saharaui como Tesh Sidi que es una auténtica amenaza para la estabilidad de las relaciones entre España y Marruecos en caso de que se forme un Gobierno de coalición que aúpe a Sidi al Consejo de Ministros. Desde el CNI miran muy de cerca a Marruecos, al Sáhara Occidental y a las decisiones tomadas por Moncloa sin asesoramiento previo. Además de que también se empiezan a ver filtraciones que no son nada alentadoras para la integridad territorial de Ceuta y Melilla.

Para estas fuentes no es casual que un exespía haya filtrado las pretensiones de Marruecos para 2030, centradas en recuperar Ceuta y Melilla. No es casual porque, aseguran, anexionarse estas ciudades autónomas es tan importante para el país africano como el que reconozcan su soberanía sobre el Sáhara Occidental. Los pasos de Pedro Sánchez tiene un claro rumbo: mejorar y recuperar las buenas relaciones diplomáticas con Marruecos para rebajar la presión sobre las ciudades autónomas; una presión que generalmente es migratoria. Otras exalto cargo del Ministerio del Interior también ha confirmado a este medio que los «pagos» a Marruecos para controlar la inmigración son constantes (también tirando de los fondos reservados), pero insiste en que pese a esto, las olas migratorias se siguen viendo.

Con este escenario, y con muchos más datos, trabaja un CNI que ve cómo Moncloa actúa completamente por libre en esta cuestión. Que Marruecos publicara una carta supuestamente escrita por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que se reconocía la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental fue la primera piedra de la estructura. Pero ahora que se acerca una nueva legislatura la tensión y los nervios respecto a esta cuestión se ha disparado. El vago recuerdo de la contestación de Marruecos abriendo la verja tras conocer que Brahim Ghali (un alto mando militar del Frente Polisario) había sido acogido por el Gobierno de España para trasladarle a un hospital de Logroño aún está muy presente en el Gobierno. Y que se vuelvan a repetir situaciones así no está descartado ni por gente del Gobierno ni por el CNI.

El Centro Nacional de Inteligencia mira muy de cerca los pasos de Pedro Sánchez por cuestiones de Estado, pero estas fuentes también aseguran que es un problema que despierta muchas sensibilidades dentro del CNI. La responsabilidad de España con respecto al proceso de independencia del Sáhara Occidental está reconocida por la ONU y está muy dentro de la conciencia de muchos altos mandos del CNI, además de muchos altos cargos militares. Que se esté revolviendo el asunto casi todos los días con la amenaza de tener un Gobierno de coalición en el que haya una naturaleza «activista» mezclada con una tendencia oficialista que busca regalar a Marruecos el Sáhara Occidental empieza a despertar recelos en los pasillos de las dependencias de los servicios de inteligencia.

Que el conflicto con Marruecos no ha hecho más que empezar es algo que tienen asumido la mayor parte de las fuentes consultadas por este medio. Pero el hecho de que haya un movimiento en África anticolonialista ha alimentado la idea de que Marruecos podría tener otro problema más grave al sureste con una incipiente guerra con Argelia. Sea como sea, España es un actor importante de esta contienda y desde el CNI lo miran con lupa.