Fiesta en Génova tras la salida de Espinosa de los Monteros

Iván Espinosa de los Monteros abandona la primera línea de Vox, y con ello, le devuelve al Partido Popular de Alberto Núñez-Feijoo el espacio electoral de la derecha liberal. La pérdida de 19 escaños ha tenido su efecto directo en el partido de Abascal y se ha llevado por delante a una de las figuras más «moderadas» que representaban a Vox en el Congreso de los Diputados. La guerra interna que se activó después del 23 de julio ha supuesto la salida de la principal voz de la rama liberalista de Vox, lo que significa para el Partido Popular la recuperación de un porcentaje de apoyos dentro de la derecha, que habían viajado a Vox por lo atractivo de su discurso encaminado al libre mercado.

El Partido Popular ha sido el representante del liberalismo conservador en el Congreso de los Diputados hasta que Ciudadanos y, posteriormente Vox, aparecieron en el escenario político como la alternativa a un PP que estaba completamente golpeado por el Caso Bárcenas y la trama Gürtel. Iván Espinosa de los Monteros ha sido uno de los miembros del partido de Abascal que ha erigido los cimientos de la formación desde el principio, centrando sus bases entre principios falangistas, conservadores y liberalistas. Una combinación que supuso para el PP la pérdida de su rama más cercana a la ultraderecha.

El anuncio de la marcha de la primera línea por parte de Espinosa de los Monteros supone la caída de la representación interna del liberalismo, lo que para el Partido Popular es más que beneficioso. En este sentido, fuentes internas del PP aseguran que «es bueno para ellos» que de los Monteros haya decidido abandonar el mando dirigente de Vox y se abre, no solo una restructuración del partido de Abascal, sino también una brecha en el espectro electoral de la derecha. Y es que, sin Ortega Smith en el Congreso y sin Espinosa de los Monteros de portavoz, Garriga y Buxadé tienen la batalla ganada al sesgo liberalista en Vox.

Espinosa de los Monteros, el último de los «moderados»

Dentro del ala ultraconservadora, Iván Espinosa de los Monteros era considerado como uno de los «moderados» dentro del grupo político de Abascal. Ya antes de los resultados del 23J, el ultraliberal defensor de tesis más ligadas al economista Juan Ramón Rallo ya estaba en el punto de mira por ser el representante de ese ala elitista económica que buscaba imponer medidas económicas «poco invasivas» para los más pudientes. Y a pesar de haber manifestado que este abandono es consecuencia de su situación personal, Espinosa de los Monteros le ha hecho un favor al PP y a Buxadé.

La principal batalla del «último de los moderados» era poder imponer en un posible pacto con Feijoo su línea económica basada en la reducción del IRPF, la mochila austríaca o su perspectiva de las pensiones. Sin embargo, el manifiesto por parte de Vox de no ser un obstáculo para la formación de un Gobierno de derechas ha supuesto que Iván Espinosa de los Monteros no tenga más batallas que lidiar de las que le esperan en casa. Así, el portavoz de Vox en el Congreso ha comunicado su salida de la primera línea del partido, abandonando así los principios liberalistas que estaban resistiendo ante el falangismo de Buxadé.

Un regalo a Feijoo y Buxadé

Iván Espinosa de los Monteros ha sido una de las figuras más representativas del partido de Abascal. Ha sido voz y líder de un movimiento de ultraderecha que como creció, también ha caído en menos de una legislatura. Ahora, con su renuncia, se abre una crisis interna en la que Buxadé aprovechará para seguir imponiendo una perspectiva centrada en el ultra catolicismo y en la lucha de ideales, Solo habrá que ver si a Buxadé no se le va la mano con los ayuntamientos que no hayan tomado decisiones lo suficientemente radicales como para agradar su sentido del deber.

Desde el otro grupo parlamentario, en el Partido Popular han celebrado la salida de Iván Espinosa de los Monteros por los beneficios que esto conlleva para ellos. Al igual que la caía de Podemos prometía ser la resurrección del PSOE, la salida de Iván Espinosa de los Monteros supone que el PP pueda sentirse más cómodo en cuanto a medidas económicas se refiere, ya que tiene la oportunidad de recuperar a un votante que no siente especial simpatía con la mirada ideológica de Buxadé y que su viaje a Vox estaba ligada especialmente con su perspectiva ultraliberal.