Irene Montero pasa por el aro de Sumar e intenta (sin éxito) salir de la «eterna polémica»

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ya está preparando su nueva etapa política y ha llegado a la conclusión de que tiene que hacerse fuerte en otras áreas ideológicas para «limpiar» su figura. En ningún caso dejará el feminismo de lado. Pero lo cierto es que fuentes de su entorno aseguran que quiere volver a esos orígenes de Podemos, cuando ascendió a portavoz, en los que trataba otros asuntos clave. El nicho elegido por Montero es el de la vivienda. Pero quiere tratar otros asuntos como el plano laboral o cualquiera que haga crecer su figura política para esta nueva etapa. El problema es que ya ha tenido el primer golpe en la frente al más puro estilo Montero al criticar la crisis de vivienda.

Que la okupación es un invento. Así se ha estrenado Irene Montero tras volver a la primera plana de la política al pararse en un canutazo en el que le preguntaban sobre la crisis de la vivienda. Las primeras palabras de la ministra de Igualdad fueron aplaudidas por todos y cada uno de los integrantes de Sumar. E incluso hubo más de uno que recordó a esa «vieja» Montero que sí que apretó fuerte en el Congreso desde que Pablo Iglesias, entonces líder de Podemos, decidió ponerla como portavoz del grupo. Sin embargo, no tardó ni tres segundos en lanzar su segunda frase polémica para encender los ánimos de todos y ubicarse donde siempre ha estado desde que se convirtió en ministra de Igualdad: el terreno pantanoso de la polémica.

La ministra de Igualdad sabe que no repetirá, pero también está preparando su nueva etapa política de la mano de Sumar. El principal escollo, según fuentes consultadas, por el que Irene Montero no entró en la formación en su momento fue precisamente por su continua compra de polémicas. La vicepresidenta del Gobierno no quiso entonces a Irene Montero y la ministra ordenó a todos los integrantes de Podemos que presionaran a Yolanda Díaz para ver si así conseguían algo. Sin embargo, el resultado final no ha sido el más satisfactorio para una Irene Montero que ahora ha pasado por el aro y se empieza a meter en otros temas clave para la izquierda como el drama de la vivienda, donde ya no hay un mileurista que pueda acceder a una hipoteca. El problema es que su primer contacto con las cámaras no ha sido precisamente propio de alguien que pretende evitar las polémicas.

El decir que los okupas son un invento es precisamente el tipo de cosas que Yolanda Díaz quiere evitar. Desde su entorno aseguran que quieren ir al terreno de lo indiscutible desde la izquierda. Hablar del problema del acceso a la vivienda es un punto a favor, pero volver a comprar la polémica asegurando que la okupación es un invento de la derecha es precisamente lo que desde Sumar quieren evitar a toda costa. «Las empresas de desokupación no serían rentables si no existiese ese problema», relatan desde el propio entorno de Sumar, donde ven con ojos críticos las formas de Irene Montero. Aún así, su primer intento ha sido visto de forma positiva en el partido porque «por fin» deja de lado la obsesión por la batalla feminista para tocar otros asuntos que también preocupan en la izquierda.

El paso de Irene Montero que más esperan es el del Parlamento Europeo y el de ir en las listas para reciclarse a unos cuantos kilómetros del centro político español. Irene Montero no tiene ninguna intención de dejar la política porque no tiene reciclaje alguno fuera de ella, pero lo cierto es que al menos se empieza a plegar a las condiciones de Sumar para conseguir un perfil algo diferente, más polivalente y sobretodo separado de esa imagen tan polémica de la ley del sí es sí y los problemas a nivel de lectura que han supuesto la liberación de miles de delincuentes sexuales al haber vista reducido su pena. Ahora Irene Montero ha entrado en el punto de la vivienda.