Podemos prepara un «aquelarre» para Sumar y para el PSOE a días de la investidura

El partido de Ione Belarra no está nada conforme con cómo están siendo tratados dentro de Sumar. La integración entre Podemos y el partido de Yolanda Díaz vino a marchas forzadas por el adelanto electoral, sin embargo, ahora se empiezan a ver cómo las costuras de la unión no eran más que un parche. Fuentes de Podemos dejan claro que esto no se quedará así. La vicepresidenta del Gobierno ha dejado a la formación morada fuera de la mesa del Congreso, no cuenta con ellos para ninguna decisión importante y además espera que, en caso de coalición, se conformen con estar relegados a un segundo plano, sin ministerios. Por todo esto, fuentes de Podemos aseguran que al PSOE y a Sumar les espera una «bomba» de última hora una vez tengan cerrada la fecha de investidura. Ahora mismo, todos los esfuerzos se están centrando exclusivamente en contentar a los separatistas.

Podemos lleva días dejando entrever en quien todavía es su portavoz, Pablo Echenique, que la relación entre Sumar y los morados no es la más engrasada de todas. El hecho de que tanto Yolanda Díaz como Pedro Sánchez estén completamente centrados en satisfacer las demandas independentistas con el objetivo de convencer a Carles Puigdemont y a Gabriel Rufián para que apoyen la investidura ha llevado a los socialistas a ignorar por completo una realidad incómoda. Sumar no está integrado. El hecho de que Podemos esté dentro con diputados electos implica que en cualquier momento se puede romper una inexistente disciplina de voto. Y con la investidura que se avecina, Podemos se guarda un as en la manga para conseguir lo que más quiere: asientos en el Consejo de Ministros.

Hace tiempo que Podemos se ha convertido en una agencia de colocación a ojos de muchos integrantes del grupo. Solo quedan unos pocos que todavía rinden pleitesía a una Irene Montero que ha salido del Congreso de los Diputados por la puerta de atrás. Echenique ya ha amenazado en más de una ocasión con consecuencias para Sumar por el hecho de que les hayan dejado fuera de la mesa del Congreso. Sin embargo, ni Sumar ni el PSOE están por la labor de hacer caso a un partido que consideran completamente extinto. El único riesgo es que se rompa la disciplina de voto, algo que pasará en más de una ocasión si se atiende a las amenazas vertidas por un Pablo Echenique completamente fuera de sí contra la vicepresidenta del Gobierno.

La idea de Podemos es quedarse los últimos en exigir demandas al PSOE. El hecho de que estén tan centrados en satisfacer las exigencias de los separatistas da un velo útil a los morados para que puedan trabajar y romper su «sí» en el último minuto a no ser que atiendan sus demandas. Tanto es así, que el hecho de que Ione Belarra pueda repetir como ministra es algo que se empieza a dar por sentado en Podemos. Yolanda Díaz cederá, a ojos de estas fuentes de Podemos, siempre y cuando con ello consiga cerrar una investidura que la lleve a ser de nuevo vicepresidenta del Gobierno. Pero si intenta enterrar a los de Irene Montero, habrá consecuencias tanto ahora como en un futuro no muy lejano, cuando se trabaje el techo de gasto o los Presupuestos Generales del Estado.

YOLANDA DÍAZ, VOLCADA CON LOS SEPARATISTAS

Quien lleva las negociaciones con Junts per Catalunya y con Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, no es el PSOE, sino los altos cargos de Sumar. Concretamente, es Ernest Urtasun quien se ha dejado llevar por todos los postulados independentistas de Puigdemont y quien está intentando convencer a toda costa a los socialistas de que los separatistas tienen cierto grado de razón a la hora de exigir cosas como la amnistía y el referéndum vinculante.

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha prometido que resolver el conflicto territorial y político en Cataluña con «más democracia» será una de las prioridades esenciales para la próxima legislatura, a la par que ha defendido que solo las fuerzas progresistas son capaces de lograr acuerdos parlamentarios con los partidos independentistas y nacionalistas.