Melilla se cansa de la presión marroquí y exige al Gobierno actos contundentes

La población de Melilla comienza a mostrar su hartazgo ante las intenciones del reino alauita de anexionarse la ciudad autónoma. Y pide al Gobierno que entré que comience a tener medidas y gestos que aseguren su identidad y actual estatus de pertenencia a España.

A nadie se le escapa que a finales de 2020, cuando Donald Trump «reconoció» la soberanía marroquí del Sáhara occidental, el reino de Marruecos comenzó una ofensiva sobre las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta. Ciudades que desde hace más de 500 años pertenecen a España y que la ONU, durante el proceso de independencia y descolonización de África de mediados del siglo XX, reconoció como españolas.

En este contexto, en varias ocasiones el servicio de inteligencia español (CNI) ha informado al gobierno de las intenciones de Marruecos de anexionarse esos territorios en 2030. Para eso Marruecos está utilizando una ‘guerra mixta’ para presionar a las autoridades españolas, con tácticas como subir la presión migratoria, la ‘extorsión’ con el control del terrorismo yihadista y el cierre del comercio con ambas ciudades, entre otras mediadas.

A estos hechos hay que sumar el continuo rearme del ejército marroquí con la compra de material bélico de última generación a Estados Unidos e Israel. Esto también se está produciendo por su creciente rivalidad con Argelia, armada por China y Rusia según fuentes de información de la Guardia Civil que operan por la zona.

La última polémica ha surgido tras la publicación en la página web de la Embajada de Marruecos hace unos días de un mapa de Marruecos que no diferencia las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta de lo que es su territorio, algo que no es la primera vez que sucede.

No es la primera vez que sucede algo así. En varias ocasiones más –por ejemplo, en febrero de este año-, el Reino alauita había dibujado, por medio de una u otra institución, mapas que incluyen a las ciudades autónomas en su territorio. Sin que el Gobierno haya contestado de forma enérgica según indican algunos colectivos de la ciudad.

Melilla
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QUEJAS DE IMBRODA

Ante este asunto el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha pedido al Gobierno «una protesta formal» por la inclusión de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla en un mapa como parte del territorio de Marruecos en una imagen colgada en la embajada marroquí en Madrid.

La primera autoridad melillense ha denunciado que esta acción de la legación diplomática magrebí en España supone un ataque a la integridad territorial de la nación española. «Es otra agresión hostil de Marruecos a España situando en un mapa oficial a las españolas Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla» ha recalcado Imbroda, que recuerda así los intentos anexionistas del reino alauí de las dos ciudades españolas situadas en el norte de África.

Por ello, Imbroda ha reclamado al Ejecutivo Central que reaccione ante esta nueva agresión del país vecino al incluir en su mapa a las dos localidades citadas. «Exijo una protesta formal del Gobierno», ha subrayado el presidente melillense, tras recordar que «el próximo 17 de septiembre Melilla cumplirá 526 años de pertenencia a España, 459 años antes de la independencia de Marruecos» en 1956.

La publicación del mapa de Marruecos en la página web de la embajada marroquí en España se ha producido días después de que el Alto Representante Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, manifestara que la institución que aglutina a 27 países «Ceuta y Melilla son territorios que pertenecen a la UE y forman parte de su frontera exterior».

«El Derecho de la Unión se aplica, por lo tanto, a Ceuta y Melilla», respondió por escrito Borrell a la pregunta en el Parlamento Europeo, después de que Marruecos se quejara por unas manifestaciones del vicepresidente de la Comisión Europea, el griego Margaritis Schinás, en la que recalcaba que «las ciudades españolas de Ceuta y Melilla son territorios que pertenecen a la Unión Europea y forman parte de su frontera exterior».

No será el último suceso y los próximos meses marcarán la relación entre ambos países y la situación de las ciudades que sufren el bloqueo comercial de Marruecos en clara intención de subir la presión sobre estos territorios y obligar a España a negociar un nuevo estatus.