martes, 7 mayo 2024

La España de Sánchez derrapa: el IPC, al galope y los concursos se disparan

La España de Pedro Sánchez va como una moto, pero bajando por una ladera de una empinada montaña y sin frenos. Los datos de inflación muestran la ineficacia de las medidas del Gobierno a la hora de contener los precios, mientras los concursos de acreedores prosiguen al alza y alcanzan cotas no vistas desde la crisis de 2008. La situación se tambalea, además, por la enorme bola de deuda, que supera el 113% del PIB, hasta los 1,54 billones de euros, un nuevo récord.

Los precios en agosto continúan al alza y no dan ningún respiro a los sufridos consumidores. El Índice General de Precios (IPC) se ha situado en el 2,6%, es decir, una nueva subida que golpea a la capacidad de las familias para poder hacer frente a la temida cuesta de septiembre. De esta forma, la subida en el último mes de la temporada alta del verano es de tres décimas respecto a la registrada en julio. Los precios en algunos casos acumulan un aumento del 100% en apenas un año.

El incremento del IPC en agosto se debe principalmente a los combustibles líquidos, según apunta el Instituto Nacional de Estadística. Los precios de la gasolina y el diésel, así como el gasóleo, se han disparado durante este mes de agosto semana tras semana a pesar de que el precio del petróleo se ha mantenido en los 85 dólares por barril en este último mes. El Gobierno de Pedro Sánchez, que aseguró que la inflación sería transitoria, no ha tomado medidas sobre los impuestos especiales a los hidrocarburos y mantiene el IVA en el 21%.

EL GOBIERNO DE SÁNCHEZ NO TOMA MEDIDAS EN LA GASOLINA

Todo ello eleva al mismo tiempo los precios de los alimentos al encarecer los portes de traslados y agricultura, muy dañada por la acuciante sequía. Sin embargo, el Ejecutivo sólo está concentrado en la investidura y las negociaciones, mientras los sindicatos continúan con su silencio sepulcral.

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, candidatos del Suma y PSOE, respectivamente, infantilizan la campaña electoral
Yolanda Díaz y Pedro Sánchez ya no hablan de precios

El INE apunta que la inflación subyacente, que descuenta los precios energéticos y alimentos frescos, se ha reducido una sola décima en este mes de agosto, hasta el 6,1%, el triple respecto a los niveles fijados por el BCE. De esta forma, productos como el aceite de oliva se han desbocado precisamente en agosto, cuando no hay cosecha y los agricultores se dedican a limpiar los pies de los olivos, así como a mantener los riegos.

Las cooperativas están facturando a precios de entre 9 y 10 euros por litro por el aceite de hace dos años, el guardado en las almazaras, de cara a un posible desabastecimiento en los lineales en los próximos meses ante la baja cosecha. Pero el Gobierno no ha tomado tampoco medida alguna.

ALGUNOS PRODUCTOS SE DISPARAN UN 100% EN UN AÑO

Este nivel de la subyacente es el más preocupante dado que las decisiones del BCE se toman en esa base para decidir si los tipos de interés prosiguen al alza, como así será previsiblemente en las próximas reuniones. Y es que, para reducir una décima ha sido necesario un nuevo incremento de 25 puntos básicos en el precio del dinero. Asimismo, la inflación no se reduce a pesar de los precios más bajos de la electricidad, que han cerrado en agosto en el nivel más alto desde el pasado mes de febrero.

A esta España lanzada por el terraplén sin frenos se suman los concursos de acreedores. Los datos del Colegio de Registradores muestran una fuerte tendencia al alza entre particulares y empresas. En total, se han declarado 4.258 concursos de personas físicas entre abril y junio de este año, un 336,3% más respecto al mismo período del año anterior y un 24% respecto a los datos del primer trimestre. Es decir, cerca de 6.700 personas, el 70% del total.

El motivo de estos concursos se debe a los cambios normativos, especialmente diseñada para mejorar la Ley de Segunda Oportunidad, aunque los engaños ante estas situaciones están a la orden del día. Y es que, ya no es necesaria la acción de un administrador concursal para poder corroborar las situaciones. En la propia ley se exige la buena fe del afectado para poder disfrutar del beneficio.