Collboni propone parches como solución al grave problema de la vivienda

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, han incluido la vivienda como tema principal de su primera reunión. El resultado final de este encuentro está encaminado a dar una solución al problema de habitabilidad que existe en la capital de Cataluña, donde se concentran los precios más altos del alquiler, con cinco distritos que superan los 20 euros por metro cuadrado al mes. Para ello, el actual edil de la ciudad quiere centrar la solución en la construcción de nuevas viviendas sociales, una medida que desde la oposición, en concreto desde Trias Per Barcelona, recogen como «insuficiente e incompleta».

Ambos dirigentes catalanes comunicaron que el Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido a la Generalitat 27 solares municipales para que construya un total de 1.764 viviendas públicas en este mandato con el fin de ampliar la oferta de pisos en la ciudad con una inversión de 264,6 millones de euros. Según el consistorio, 14 de esos 27 solares están disponibles «a corto plazo» y podrían acoger 811 pisos; los 13 restantes estarían disponibles a medio plazo, a lo largo del mandato, y permitirían construir 953 pisos. La construcción de vivienda pública correría a cargo del Institut Català del Sòl (Incasòl), que cuenta con dotación presupuestaria propia para asumir el encargo, ha explicado la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà.

Damià Calvet, responsable del ámbito de Vivienda del partido de Trias, ha hecho su valoración de la reunión mantenida entre el alcalde Jaume Collboni y el presidente de la Generalitat. Este responsable de la formación no solo ha afirmado que el anuncio para construir vivienda pública «es insuficiente e incompleto para abordar la problemática de la vivienda en la ciudad», sino que también ha destacado que «el alcalde Collboni ha sido el coautor de las nefastas políticas de vivienda aplicadas en Barcelona durante los mandatos de Colau».

«Rapidez» frente a «falta de claridad»

Las posiciones políticas frente a las diferentes soluciones que puede tener la cuestión de la vivienda chocan de manera directa entre ambas formaciones. En este sentido, Collboni ha pedido abordarlo de manera «rápida» por tratarse de una de las cuestiones más urgentes de la ciudad, pese a ser «un problema complejo y que no tiene soluciones sencillas». Además, Vilagrà ha afirmado que la prioridad del Incàsol son los municipios que tienen más carencias, y ha asegurado que el Ayuntamiento de la capital catalana es una prioridad y que, por tanto, se priorizarán «estos acuerdos».

Sin embargo, desde el otro lado de la bancada política, no comparten las medidas que ha presentado Collboni a la Generalitat. Calvet ha afirmado que “asistimos a una exposición de cifras de la cual es muy difícil discernir qué está en construcción, que está en proyecto y que necesita todavía gestión urbanística” y ha recordado que algunos de estos solares y promociones se mantienen en estas listas desde hace mucho tiempo. Además, el equipo de Trías ha remarcado, el planteamiento continúa siendo insuficiente e incompleto.

La oferta contraría: «un pacto social sobre vivienda a escala metropolitana»

Damià Calvet, responsable del ámbito de Vivienda de grupo de Trias, reclama que Barcelona lidere un pacto social sobre vivienda a escala metropolitana, que incorpore planteamientos urbanística, promoción pública por parte de todos los agentes institucional y colaboración público-privada frente a la posición del Ejecutivo de Collboni de que la gestión recaiga únicamente sobre la empresa pública encargada en la construcción del total de 1.764 viviendas públicas.

Además, otra de las principales críticas de la oposición está destinada a la Ley de la Vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez con Unidas Podemos. El equipo de Trias asegura que esta norma nacional «reducirá y encarecerá la oferta en vez de estimularla». Por su parte, Calvet ha apostado por un urbanismo “ágil” para poder generar, precisamente, solares donde construir vivienda social. “Hay que hacer un inventario de la capacidad urbanística de Barcelona y comprometer unos calendarios de gestión reales de las modificaciones de planeamiento”. El regidor también ha reclamado que se modifique la normativa del 30% de reserva, con carácter urgente, “una norma que no ha conseguido ninguno de los objetivos sociales que pretendía y que, en cambio, ha conseguido paralizar la construcción de viviendas en la ciudad”.