Podemos se resiste a la muerte y se autoproclama imprescindible

El equipo de Podemos quiere seguir siendo fuerte, a pesar de su escasa presencia en las instituciones repartidas por todo el territorio nacional. El primer golpe que recibió el partido de Ione Belarra fue su desplome representativo en todas las comunidades y en los principales ayuntamientos del país. A esta caída le continuó su dura negociación con Sumar para las Elecciones Generales, en las que pasó de ser uno de los partidos del primer Gobierno de coalición de España a tener únicamente cinco diputados dentro de la federación de Yolanda Díaz, que en total obtuvo 31 escaños. A pesar de estos resultados, Podemos se resiste a morir y ha organizado un evento en Madrid para defender que son necesarios para el Gobierno.

En este sentido, la secretaria general de la formación morada, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, mantendrán un encuentro con sus militantes el próximo 16 de septiembre en el barrio madrileño de Lavapiés, donde darán comienzo al curso político y avanzarán claves de la próxima hoja de ruta de la formación. Concretamente, ambas dirigentes reivindicarán con miembros de sus bases que Podemos quiere continuar impulsando las transformaciones pendientes en el país desde el próximo Gobierno de coalición, algo para lo que se necesita «más que nunca» al partido morado.

Con esto, la formación fundada por Pablo Iglesias vuelve a demostrar su distancia con Sumar, del que se muestran independientes. Esta semana, Belarra volvió a apelar a la formación liderada por Yolanda Díaz, de la cual forma parte y gracias a la que conserva su escaño como diputada del Congreso, señalando la designación de Marta Lois como la portavoz del grupo en el Parlamento, como una mala decisión por la «falta de experiencia parlamentaria». Este ha sido el último gesto de Podemos hacia Sumar, siguiendo la línea de querer desprenderse de esa candidatura en coalición que aseguran que fue la culpable de la escasa representación de Podemos en la Cámara Baja.

Irene Montero se aferra a Igualdad, a pesar de no ser diputada

Para ser ministro de un Gobierno en España no es necesario haber formado parte de las listas electorales, y por tanto, no es imprescindible ser diputado. Aferrándose a esta posibilidad, Irene Montero quiere seguir siendo ministra de Igualdad, en el caso de que se conforme un nuevo Gobierno de coalición en el que, esta vez, la mano derecha de Pedro Sánchez sería Yolanda Díaz y no Pablo Iglesias. Para ello, Montero ha utilizado a Ione Belarra como representante para conseguir su objetivo y ha sido la secretaria general de Podemos la que ha comunicado que su partido aspira a que Irene Montero repita como ministra de Igualdad en un futuro Ejecutivo.

De hecho, Belarra no solo pidió la permanencia de la número dos de su partido, sino que también instó al PSOE y a Sumar a reconocer que se «equivocaron» con ella, tanto en la gestión de la reforma de la Ley ‘solo sí es sí’, como con su «veto» para figurar en las listas electorales el 23J. En una entrevista en Canal Red, también lamentó el «error político» desde Sumar de tratar de silenciar a su partido y planteó que Podemos iba a redefinir su hoja de ruta dado que no se han visto colmadas las expectativas que pusieron el 23J cuando apostaron por mirar de ‘tú a tú’ al PSOE con la propuesta de Yolanda Díaz como candidata.

La situación real de Podemos: sin sedes ni empleados

Por mucho que el partido esté buscando su lugar en un panorama político muy diferente del que vivían antes del 28 de mayo, su realidad económica ha sido otro varapalo con el que la formación ha tenido que lidiar. Y es que, este mes de agosto, inició un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supuso el despido del más del 70 % de su plantilla y de los 105 trabajadores afectados por el ERE solo se salvan 28 de la sede central de Francisco Villaespesa. Con ello, el partido pierde gran parte de su red de trabajo nacional, a los que pagará 38 días por año trabajado.

Junto a la pérdida de empleados, Podemos también se ha visto obligado a cerrar la mayoría de sus sedes en diferentes comunidades autónomas, entre ellas se encuentran la de Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cantabria, Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana. La falta de presencia institucional ha hecho que Podemos esté en números rojos, sin casi representación ni fuentes económicas. Sin embargo, Ione Belarra e Irene Montero se resisten a la resignación de ser un partido minoritario y pretenden vestirse de imprescindibles en un Congreso de los Diputados donde, por si solos y con los actuales resultados, formarían parte del grupo mixto si no fuera porque Yolanda Díaz les tiene aun en su grupo parlamentario.