El constitucionalismo se moviliza sin el PSC ante la amnistía

El PSC se queda fuera del constitucionalismo en Cataluña. El movimiento ha logrado atravesar el desierto y ahora se prepara para hacer frente a la amnistía que tratan de pactar Carles Puigdemont con el PSOE. Lo hace sin el apoyo del PSC, señalado como el gran culpable de desactivar a las plataformas y asociaciones, como Sociedad Civil Catalana. «El PSC puso a sus fontaneros para frenar al constitucionalismo, especialmente en las acciones que más daño podrían hacer al partido», según apuntan fuentes de las plataformas.

«No se puede pactar ninguna movilización con el PSC», ahondan. El ejemplo al que se refieren a la masiva manifestación constitucionalista en las calles de Barcelona del 8 de octubre de 2017. Los socialistas, entonces liderados por Miquel Iceta, a la postre ministro de Cultura con la llegada de Pedro Sánchez, y con un Salvador Illa como secretario general quedaron en evidencia al apuntarse en el último momento. Los socialistas pudieron colar a Josep Borrell como el principal ‘speaker’, pero ni siquiera fue en nombre del PSC.

Asimismo también recuerdan los pactos del PSC con Colau, ERC y Junts o como cuatro diputados del PSC han permitido a los de Puigdemont lograr formarse como grupo parlamentario propio.

Tras esta movilización, el PSC activó a sus fontaneros, creando un ruido ensordecedor. Las plataformas trataron de arrogarse semejante victoria en las calles una semana después de los disturbios por la celebración del referéndum del 1-O.

IRRUPCIÓN DE VOX Y LOS FONTANEROS DEL PSC

La irrupción del discurso extremista de Vox, con un Santiago Abascal afirmando que impondría un nuevo 155 a la Generalitat, ha sido el golpe final a esta frágil unidad entre las fuerzas constitucionalistas. La parte moderada de este movimiento ha abandonó las tesis de Ciudadanos tras los golpes del PSC, mientras que el doble discurso del PP, con un Alberto Núñez Feijóo pidiendo un «encaje» de Cataluña mientras que el líder de los ‘populares’ catalanes se niega a hablar con Junts, tampoco ha ayudado a recomponer en su plenitud a la formación azul.

Salvador Illa, candidato del PSC a las elecciones del 14 de febrero
Salvador Illa, candidato del PSC a las elecciones del 14 de febrero

Con este escenario, el PSC con su perfil bajo ha aglutinado a una buena parte del constitucionalismo en las pasadas elecciones generales del 23 de julio. Los liderados por Salvador Illa han dado un golpe de efecto con la legitimación de ERC y el arrinconamiento de Junts y Vox al mismo tiempo. Asimismo, el PP se ha levantado, mientras los ‘naranjas’ tratan de contener la caída.

Comienzan los contactos entre plataformas y asociaciones constitucionalistas

Pese a las discrepancias y diferentes corrientes, el constitucionalismo se prepara para responder a la amnistía en caso de que el Gobierno de Pedro Sánchez y Junts alcancen el acuerdo. Se trata de un pacto indeseable y que devolvería a la sociedad a 2017, un punto de partida a los tiempos más oscuros en la política catalana, con el independentismo desatado y la huida de empresas.

LLAMADAS ENTRE PARTIDOS Y ASOCIACIONES DEL CONSTITUCIONALISMO

«Carles Puigdemont busca activar las leyes de desconexión», señalan las fuentes. Esta norma fue tumbada por el Tribunal Constitucional y su aplicación fue el detonante para meter en prisión a la Mesa del Parlament, presidida por Carme Forcadell. Asimismo, el líder de Junts trata de arrancar el acuerdo por el referéndum y el concierto económico. No obstante, frente a ellos tendrán el dique de contención que se está preparando en la sociedad civil catalana. Distintas plataformas, como Sociedad Civil Catalana, Impulso Ciudadano y Convivencia Cívica Catalana, entre otros, están manteniendo «contactos» preliminares, eso sí sin liderazgos.

Ninguna de ellas busca el afán de protagonismo, mientras que se mantienen contactos preliminares con las dos principales formaciones fundadoras de las distintas plataformas, como el PP y Ciudadanos. Estas corrientes perdieron la oportunidad de unificarse tras el éxito de 2017.

El PSC tomó el control de Sociedad Civil Catalana y llegó a pronunciarse a favor de los indultos, aceptando la medida de gracia como el fin a todos los males. Los socialistas obtuvieron su objetivo y al mismo tiempo no le tembló el pulso a la hora de desprenderse de sus fontaneros, como Astrid Barrios, que recaló en la Lliga Democràtica para unirse a la formación nacionalista del PDeCat, sin representación en el Congreso.

EL PSC, APARTADO EN LAS CONVERSACIONES CON EL CONSTITUCIONALISMO

Según ha podido conocer este medio, las primeras llamadas y reuniones informales se han producido entre Impulso Ciudadano con el PP y Ciudadanos. La formación ‘naranja’ ha descolgado el teléfono para contactar con las de mayor peso y poder iniciar un movimiento común, con una única voz y sin discrepancias. Eso sí, según las mismas fuentes, se ha dejado fuera al PSC, partido que ahora gobierna en España y que busca dar la alfombra roja a Puigdemont.

Esta afrenta de los socialistas tiene un difícil encaje al saltarse la Constitución y debilitar el Estado de Derecho, paso previo y necesario para dar paso a la dictadura, tal y como advierten los jueces. La salida a Puigdemont ha logrado movilizar y despertar al constitucionalismo, que nunca ha debería haber realizado una dejadez de funciones. Quizá ahora sea el momento de reflexionar, dar de lado a las diferencias y defender la unidad desde Cataluña, como ocurrió en 2017.