La Audiencia Nacional juzga desde este lunes a una trama que adulteraba aceite de oliva virgen extra

La Audiencia Nacional juzga desde este lunes a cuatro acusados de vender garrafas de 5 litros de aceite a intermediarios –destinadas a consumidores finales– que etiquetaban como aceite de oliva virgen extra pero que en realidad contenían una mezcla de aceite de girasol y de aceite de oliva en una proporción aproximada de 70 y 30%.

Esta operativa la llevaron a cabo al menos durante 2017 y 2018, según el escrito de acusación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional al que ha tenido acceso Europa Press, «en ejecución del plan que previamente habían ideado» y obrando «con ánimo de enriquecimiento ilícito».

El Ministerio Público indica que los hechos son constitutivos de un delito de falsedad en documento mercantil cometido por particular, un delito contra la propiedad industrial y un delito continuado de estafa, y solicita para cada uno la pena de 13 años de prisión.

Según la Fiscalía, para lograr obtener el mayor beneficio posible, los implicados vendían dichas garrafas a un precio inferior al del mercado, e inferior también al que ellos mismos pagaban al adquirirlas, de modo que se lucraban con la diferencia de precio por litro entre la mezcla de aceite que hacían pasar por aceite virgen extra de oliva y el verdadero coste de éste tipo de aceite.

Añade que en 2017 pusieron en el mercado esas garrafas de 5 litros de aceite marca ‘Bellum Olei’, «marca que inventaron ellos mismos y que nunca tuvo existencia real», haciendo constar en la etiqueta que era aceite de oliva virgen extra, con indicación geográfica protegida ‘aceite de Jaén’ cuando en realidad se trataba de una mezcla de aceites.

ETIQUETADOS «MENDACES»

Además, para inducir a error sobre la autenticidad del aceite, en la etiqueta se afirmaba que el aceite lo producía la Cooperativa Virgen de las Angustias de Úbeda, Jaén, con número de registro sanitario, mail y código de barras, «siendo todos esos datos mendaces».

La Fiscalía apunta que la trama, a través de la empresa Distribuciones Chacón, hizo llegar a los consumidores 153 garrafas de mezcla adulterada y fueron vendidas, entre otras, en las localidades cordobesas de Postes, Monte Alto-La Carlota y La Guijarrosa-Santaella.

Mismo operativo que con ‘Bellum Olei’ siguieron con garrafas de la marca ‘Carrasqueño’. Señalaban que era aceite de oliva virgen extra que era producido por la Sociedad Cooperativa Andaluza ‘Virgen del Perpetuo Socorro’ de Alcaudete (Jaén) pero no era cierto «puesto que, de nuevo, el aceite que vendían era una mezcla adulterada».

En este caso, la Fiscalía explica que trasladaban el aceite comprado a una nave industrial situada en la localidad de Aguilar de la Frontera (Córdoba) y una vez allí procedían a sacar las garrafas que contenía la caja por la parte de abajo cortando el precinto de la marca ‘Carrasqueño’.

«A continuación vaciaban las garrafas de aceite de oliva mediante una perforación en el tapón, dejando las garrafas vacías y listas para ser llenadas con la mezcla de aceite de oliva y de girasol», añade.

Una vez rellenaban las garrafas con el aceite mezclado, les colocaban unos nuevos tapones precintados que golpeaban con un martillo de goma hasta dejarlos totalmente cerrados y herméticos. «Después introducían las garrafas en la caja, por su parte de abajo, cerraban con un precinto mendaz de la marca ‘Carrasqueño’ y ponían la caja en su correcta posición», señala la Fiscalía.

DOCUMENTACIÓN DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA

Y para dotar de veracidad al negocio, los acusados entregaban a los compradores la documentación que a ellos a su vez les entregaba la cooperativa, como la autorización de convalidación por parte de la Junta de Andalucía para fabricar, elaborar y transformar aceite de oliva, así como para su envasado, la ficha técnica del producto y sus características generales, descripción del proceso y condicionantes e informe analítico de servicios técnicos oleícolas.

El Ministerio Público apunta que en esa cooperativa llegaron a adquirir, para luego adulterarlo, hasta 74.000 litros de aceite de oliva virgen extra. Y añade que se servían de sociedades meramente instrumentales para adquirir el material necesario para realizar esa mezcla y que ninguna de ellas tenía actividad real.

La Fiscalía indica que para que la cooperativa ‘Virgen del Perpetuo Socorro’ no sospechara de su actividad, los acusados iniciaron una relación comercial con la misma más allá del aceite de oliva, de modo que procedieron a venderle en el mes de diciembre de 2017 una serie de jamones ibéricos que habían adquirido a su vez de la empresa ‘Cobedis, Comestibles y Bebidas SL’. A esa empresa también vendieron aceite adulterado por un importe de 26.500 euros.