Irene Montero recoloca a dos cargos de confianza en el Ayuntamiento de Rivas

La pérdida de poder de Irene Montero y Unidas Podemos, en las pasadas elecciones generales del 23 de julio, ha provocado que los cargos de confianza con los que contaba dicho partido se vean obligados a reubicarse en un nuevo puesto de trabajo. Y así, en concreto, el Ayuntamiento de Rivas, gobernado por la coalición de Izquierda Unida, Más Madrid y Equo, se ha convertido en uno de los destinos elegidos de recolocación. 

Es el caso, por ejemplo, de la directora de comunicación del Ministerio de Igualdad, Clara Alonso, quien ha dejado dicho puesto para convertirse en la directora de comunicación del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, dirigido por Aída Castillejo.

Alonso lo ha anunciado así de contenta y agradecida a través de su cuenta de Twitter: «Hace unos días me incorporé al equipo del Ayuntamiento de Rivas como directora de comunicación. Mucha suerte la mía por trabajar con quienes sostienen este Ayuntamiento de referencia y por estar pegadita a Aída Castillejo, que me ha enseñado ya unas cuantas lecciones de vida municipal. Feliz».

IRENE MONTERO Y SUS TRASVASES

«Empiezo esta nueva etapa con muchas ganas y orgullosa de todo el trabajo estos años en el ministerio de Igualdad, donde continúa el mejor equipo. Ser parte de la historia del país feminista que hemos construido juntas siempre será algo maravilloso», ha apuntado Clara Alonso.

Y en efecto es de felicitarse, pues Alonso, que duda cabe, lleva una fructífera carrera desde que empezó, en 2020, como asesora, cargo por el que ya percibía, 52.000 euros brutos al año.

Por su parte, Desiderio Cansino, mano derecha de Alberto Garzón, es otro ejemplo de trasvase, pues, hace unas semanas, fue cesado como jefe de Gabinete del ministro de Consumo, cargo del que ha estado al frente los últimos cuatro años, ejerciendo como uno de los mayores responsables de la estrategia y de la acción política de uno de los departamentos adjudicados a los morados, como es Consumo, en el Gobierno de coalición, junto al PSOE; y ahora ha sido nombrado director de Servicio, adscrito a la Concejalía de Hacienda y Patrimonio del Ayuntamiento de Rivas. 

LOS VECINOS DE RIVAS, DESCONFIADOS

El portavoz del partido político de la localidad Vecinos por Rivas, Carlos Gómez Torrijos, ha lamentado que «se trata de un cargo de confianza, pues no lleva aparejado a ningún coste el cese del anterior director de comunicación». 

Carlos Gómez ha recalcado su oposición por los nuevos cargos de confianza. «Nosotros buscaríamos personal publicando una plaza concreta desde el propio ayuntamiento». En cuanto al salario que percibirán los amigos de Alberto Garzón e Irene Montero, Carlos Rivas ha señalado que el anterior jefe de comunicación y el anterior jefe de servicio estaban por encima de los 70.000 euros. «Creo recordar que estaba en 72.00 o 74.00 mil euros. Entonces suponemos que cobrará lo mismo, con la subida del IPC». 

‘el estado de las empresas públicas es completamente opaco a la gestión del vecino, se introducen contratos sin ningún control’

Por su parte, el portavoz de los Vecinos por Rivas también ha lamentado «la poca transparencia con la que se han hecho estas gestiones. «Y así mismo muestra su disconformidad con esta circulación entre cargos, señalando que ‘el estado de las empresas públicas es completamente opaco a la gestión del vecino, se introducen contratos y contratos, prácticamente sin ningún control».

LOS ÚLTIMOS PASOS DE IRENE MONTERO

Por otro lado, ha señalado: «Nuestras prioridades serían muy distintas. Nosotros durante la campaña nos centramos en los problemas que tiene la localidad, entre ellos, el estado de las canchas deportivas, las ayudas al pequeño comercio, mucha más transparencia, formación, empleo, porque tenemos una agencia de colocación, pero bueno».

A todo esto, paralelamente, otro buen nuevo destino es el propio ministerio. Es destacable recordar que Irene Montero ha triplicado su dotación de los Presupuestos Generales del Estado para los puestos reservados del Ministerio. Así, en 2021 sumó 107 nuevos cargos a los que ya había, al año siguiente, en 2022, volvió a aumentar en 237 los puestos de trabajo en el ministerio (cada vez más imperio), y este año todavía ha sumado 302 cargos más.

Lejos quedan los días en que Irene Montero declaraba que «colocar a los amigos simplemente por ser amigos puede ser legal pero es corrupción». Ya vimos que pronto olvidó sus palabras colocando en puestos de alta responsabilidad y remuneración a sus mejores amigas Isa, Pam, Lidia y Lilith, por no nombrar sino a las más conocidas. Pero claro no eran simplemente amigas, su reputación profesional las precedía.

La ministra de Igualdad no ha querido perder los buenos hábitos, y el hecho de ser ministra en funciones no es óbice para que continúe favoreciendo a sus próximos con puestos bien retribuidos, aunque ya no pueda ser en su propio ministerio y con su propio dedo índice, sino utilizando su red de influencias. Así lo atestigua el caso de Clara Alonso y Desiderio Cansino.