El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, ha defendido que el Gobierno de España quiere lograr que la oficialidad de las lenguas cooficiales españolas en Europa «se haga lo antes posible» pero ha recordado que Irlanda solicitó en 2005 considerar al gaélico como lengua oficial y se tardó en aprobar dos años.
«Son referencias que, aunque se parecen, no tienen nada que ver con este procedimiento», ha justificado Albares en declaraciones a la Cadena Ser, al ser cuestionado por el tiempo que se prevé para que el catalán, el euskera y el gallego adquieran la oficialidad europea.
En este sentido, el ministro ha reconocido que «es difícil saber» el tiempo que se tardará, subrayando que el Gobierno español «lleva más de veinte años planteando esta propuesta». «En 2005, España tanteó la posibilidad, pero finalmente no hizo lo que ha hecho hoy, que es plantearlo en el Consejo de Asuntos Generales», ha defendido.
Así, ha recordado la situación de Irlanda con el gaélico, hasta ahora el único precedente de la inclusión de una nueva lengua en el reglamento común que rige el uso de las lenguas oficiales en la Unión Europea.
Irlanda, que entró en 1973 en la UE, lo solicitó en 2005 pero fue en enero de 2007 cuando fue reconocido como lengua oficial y de trabajo. No obstante, no fue hasta el 1 de enero de 2022 cuando obtuvo su estatus pleno, ya que Gobierno irlandés pidió inicialmente una excepción al Consejo ante la dificultad de traducir todos los documentos al gaélico.
Albares ha insistido en que «la voluntad política» del Gobierno español es que el catalán, el euskera y el gallego «sean parte del régimen lingüístico». «Y que se haga lo antes posible», ha zanjado.
El ministro se ha referido al Consejo de Asuntos Generales celebrado en Bruselas donde, según ha explicado, «se ha puesto en marcha el mecanismo de reforma del reglamento» para incluir la oficialidad de las lenguas en la UE. Albares ha celebrado que no hubiera «ningún veto» de los países europeos, porque este hecho era «decisivo», en su opinión, para avanzar. «Aquí importan más los vetos que los votos», ha recordado.
Cuestionado por el motivo por el que el Gobierno ha priorizado el catalán, Albares ha defendido que la propuesta inicial «no ha variado en nada», señalando que algunos estados han recordado que incluir tres idiomas al mismo tiempo en el reglamento «era complicado». «Se ha decidido que el despliegue práctico se haga primero con una lengua y después, sucesivamente, con las otras dos, en vez de insistir con todo al mismo tiempo», ha reiterado Albares, quien ha recalcado que priorizando al catalán ahora también se beneficia al euskera y al gallego.
Sin embargo, ninguno de la veintena de ministros que este martes tomaron la palabra en la reunión en Bruselas para abordar la oficialidad de las lenguas cooficiales españolas pidió al Gobierno en funciones que priorizara la introducción del catalán sobre el euskera y el gallego para agilizar su oficialidad, porque sus dudas se centraron en el precedente legal que crearía el reconocimiento de lenguas oficiales y en sus consecuencias financieras y prácticas para el bloque, según explicaron distintas delegaciones consultadas.