Gallego y euskera han sido relegados en la petición del Gobierno de España para introducir las lenguas cooficiales en las instituciones de la Unión Europea. La desesperación del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, por cumplir el compromiso con ERC y Junts para que el catalán se hable en Europa ha sido la razón principal.
Albares consideró que tal vez excluyendo a dos de las tres lenguas cooficiales de España podría agilizar el proceso de adaptación del catalán. Pero topó con la resistencia de los miembros del Consejo Europeo que, como en otras ocasiones, decidieron dejar para después. La petición de un informe jurídico y un estudio sobre el coste de la iniciativa fue la justificación. No parece que haya prisas en Europa pese a la urgencia de España.
Gallego y euskera se tardarán más en hablar en Europa, en el caso de ser aprobada la iniciativa española. Para Albares su propuesta era que el catalán abriera el camino al gallego y al euskera. También descartó que se tratara de discriminar a las otras dos lenguas ya que “España defiende que se oficialicen las tres”.
Según explicó su exclusión de la propuesta fue para dar respuesta a las dudas de algunos países que se mostraron preocupados por el impacto de “tres lenguas a la vez”.
NINGÚN PAÍS PIDIÓ RELEGAR AL GALLEGO Y EUSKERA
Sin embargo, las explicaciones de Albares no coinciden con las realizadas por muchos de los asistentes, ya que como ha recordado el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Anders Adlercreutz, nadie exigió la exclusión del gallego y el euskera. Fue el propio Gobierno español. Tampoco en las discusiones preparatorias a nivel de embajadores se trató este escenario de exclusión. Otras fuentes diplomáticas insisten en que “nadie salvo España ha hablado de trocear».
El quiz de la cuestión, como ha explicado un alto funcionario europeo, es que “No es simplemente la cuestión del catalán, sino que quizá se va a cambiar la lógica del funcionamiento de trabajo del régimen lingüístico de la Unión Europea.
«EL GALLEGO ES LENGUA DE PRIMERA»
Lo que nadie se explica es por qué Albares decidió relegar al gallego y euskera. Ningún país se lo había pedido, pese a su argumento de agilizar la oficialidad del catalán en la UE.
Desde el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) explican a MONCLOA que “estamos empezando a trabajar en iniciativas dirigidas al ministro de Asuntos Exteriores en funciones”, una versión oficial que se suma a las críticas de la eurodiputada gallega, Ana Miranda, quien además de rechazar la discriminación en la UE, afirmó que “para el BNG no hay lenguas de primera y de segunda, todas las lenguas son de primera».
Tras lamentar la decisión del Gobierno español en el Consejo de la UE, Miranda reclama “igualdad de trato para el gallego” porque “no hay lenguas de segunda y esa discriminación fue una decisión unilateral del Gobierno español”. Por último, expresa su temor de que la decisión de pedir el informe jurídico no sea una excusa para aplazar sine die la implantación de las tres lenguas cooficiales.
Precisamente, el retraso impuesto por el Consejo, con la excusa de solicitar un informe jurídico, se debe más bien a las consecuencias que tendría oficializar cualquier lengua cooficial de un país. Sería un precedente legal que acarrearía el reconocimiento de las lenguas cooficiales del resto de los países. Como explicó el responsable finlandés, el principal elemento de «preocupación» es el «principio general» que supone abrir la puerta del reconocimiento por la UE de lenguas regionales por las consecuencias en otros países con lenguas minoritarias y más con el horizonte de ampliación hacia los Balcanes occidentales que estudia la UE.
Por tanto, España lo único que puede hacer es esperar a que llegue el informe solicitado y actuar en consecuencia porque según explicó el secretario de Estado irlandés, Peter Burke, «nadie puede esperar que se adopte una decisión en Bruselas en una mañana sobre una propuesta cuya versión en papel nos acaba de llegar ese mismo día», dijo, por su parte, el secretario de Estado irlandés, Peter Burke,
SACAR AL EUSKERA CARECE DE «JUSTIFICACIÓN OBJETIVA Y RAZONABLE»
El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha considerado que la decisión de Albares «carece de justificación objetiva y razonable. El consejero vasco cree que es una decisión que «carece de justificación objetiva y razonable» y ha considerado que «no es una buena manera de empezar a organizar la posibilidad de uso de idiomas cooficiales autonómicos en las instituciones europeas».
También la viceconsejera de Política Lingüística, Miren Dobaran, cree que el ministro «»no ha estado acertado y ha tirado la toalla rápido». Desde el Gobierno vasco se entiende la decisión de Albares por “la prisa y la urgencia política, aunque no oculta que se ha quedado bastante decepcionado.
No obstante, valoran que la petición de oficialidad ya está realizada y en la agenda de los Veintisiete, sin ningún veto a la propuesta. Lo que supone según la viceconsejera vasca que se ha abierto una oportunidad de hacer «pedagogía» con los países de la UE que «no son tan ajenos a la diversidad lingüística, porque algunos los que han solicitado información adicional tienen comunidades lingüísticas, como Países Bajos».
«Darle esa prioridad al catalán no tiene ningún sentido más que la prisa y la urgencia política», ha insistido para agregar a continuación que «sí o sí hay una comunidad lingüística en Euskadi, en Galicia y en Cataluña que están solicitando esa oficialidad»
ALBARES SE DEFIENDE
Tras lo sucedido el lunes en Bruselas, el ministro José Manuel Albares, ha aclarado un día después que la voluntad política del Gobierno español es que el catalán, el euskera y el gallego «sean parte del régimen lingüístico, y que se haga lo antes posible».
Y ha defendido su decisión de priorizar el catalán asegurando que la propuesta inicial no ha variado en nada. A su juicio, la maniobra ha sido un «despliegue práctico» para que tras el catalán se haga sucesivamente con el gallego y el euskera. Y, por tanto, en su opinión, «priorizando al catalán ahora también se beneficia al euskera y al gallego». Es decir, descarta que se haya relegado a las otras dos lenguas cooficiales.
ERC ATACA AL GOBIERNO Y PUIGDEMONT LO JUSTIFICA
ERC culpa del retraso al Gobierno por su «lentitud y mal trabajo», enfatizando que la inclusión del catalán en las instituciones europeas forma parte del compromiso para votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez.
Por el contrario, el eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, conoce cómo funcionan las instituciones europeas y ha valorado que, en este fallido intento, al menos, ningún país haya vetado el catalán.
La única pega de Puigdemont ha sido que el “poder de convicción” de España en la UE no es el que intenta vender el Gobierno. Lo más positivo, que «no se había llegado nunca tan lejos con el catalán en la UE», según asegura en X. Aún así, recordando el compromiso de Pedro Sánchez, considera que lo hecho hasta ahora no es suficiente “y lo sabe”. La razón no es otra que la decisión se ha aplazado ‘sine die’.
Precisamente sobre el tiempo que tardará la UE, el ministro José Manuel Albares ha insistido en que el Gobierno de España quiere lograr que la oficialidad de las lenguas cooficiales españolas en Europa «se haga lo antes posible», pero ha recordado que Irlanda solicitó en 2005 considerar al gaélico como lengua oficial y se tardó en aprobar dos años, dando a entender -ante posibles acuerdos de investidura- que no depende de Pedro Sánchez.
El ministro concluyó diciendo que «es difícil saber» el tiempo que se tardará, subrayando que el Gobierno español «lleva más de veinte años planteando esta propuesta».