Diaz y Sánchez destruyen Eldorado de la inversión extranjera

La inversión extranjera en España está en sus peores momentos. Mientras que el Gobierno en funciones se felicita por el último dato del PIB del segundo trimestre de 2023, los factores que influyen en este Producto Interior Bruto no muestran la misma positividad. Uno de ellos, de los que más riqueza aporta al país, es la inversión extranjera que, según los expertos y analistas económicos, no solo ha sufrido una caída «histórica» sino que se alejan de las esperanzas del Gobierno sembradas en 2022, cuando se registró la segunda mejor cifra con un total de 34.178 millones de euros.

Aunque el 2023 comenzara con un crecimiento del 20,3% de estas inversiones extranjeras en comparación con el primer trimestre del año anterior, los siguientes tres meses han destacado por una caída que, en comparación con el 2022, ha supuesto un desplome del 26,6% de este ingreso económico. Así, mientras que el primer semestre del año pasado acumuló 16.352 millones de euros (8.240 millones en el primer trimestre y 8.111 millones en el segundo trimestre), el mismo periodo del 2023 España solo ha ingresado 11.996 millones (9.921 millones en el primer trimestre y 2.074 millones en el segundo trimestre).

Estos datos procedentes del Registro de Inversiones Extranjeras DataInvex de la Secretaría de Estado de Comercio muestran una realidad económica que se aleja de las declaraciones del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien aseguró que España iba «como una moto» en este ámbito. Sin embargo, los expertos consultados por Moncloa.com aseguran que uno de los principales motivos de la caída de la inversión del exterior es la incertidumbre política del país y el miedo a la creación de nuevos impuestos por parte del Ejecutivo.

Desde el punto de vista de origen, el país que destaca como inversor en España es Luxemburgo, con 7.447 millones, seguido de Países Bajos, con 1.039 millones. Estos dos Estados suelen ser la base de operaciones para muchos inversores internacionales debido a su baja fiscalidad. Sin embargo, la inversión del resto de países se sitúa por debajo de los 1.000 millones.

LA «INSEGURIDAD JURÍDICA» ATEMORIZA AL CAPITAL

El actual Gobierno en funciones ha cambiado por completo las políticas fiscales que había heredado del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Pedro Sánchez ha ido endureciendo su postura frente a los empresarios y a las grandes fortunas, sobre todo en la segunda parte de su legislatura. Santiago Sánchez, profesor en Economía Social y Cooperativismo en la Universidad Católica de Ávila, ha compartido con este periódico la preocupación por estos datos, consecuencia de la percepción de «inseguridad jurídica» por parte de las empresas.

«LA INSEGURIDAD JURÍDICA SE PRODUCE POR EL populismo fiscal y la actuación a corto plazo»

En este sentido, el experto asegura que este fenómeno se produce como consecuencia del «populismo fiscal y la actuación a corto plazo» por parte del Gobierno, así como del «cambio del marco jurídico de las inversiones». Santiago Sánchez señala que la inversión necesita de una «seguridad jurídica» que se nutre de «la estabilidad, la competitividad y de una alta posibilidad de previsión».

UN GIRO EN LA INVERSIÓN EN TAN SOLO UN AÑO

Los datos publicados el pasado 20 de septiembre por parte del ministerio de Industria, Comercio y Turismo no han alcanzado las expectativas del Gobierno en funciones, sobre» todo teniendo en la mesa que 2022 brindó el segundo mejor resultado de la serie histórica del país. Sin embargo, las medidas tomadas por Pedro Sánchez y su coalición con Unidas Podemos ha significado, según el experto Santiago Sánchez, un «señalamiento a los empresarios» que se han añadido al «atasco económico en el centro de Europa».

El Ejecutivo en funciones ha endurecido sus políticas fiscales. La coalición ha aprobado el impuesto a las grandes fortunas y ha creado una serie de impuestos discrecionales que están dirigidos «no solo sobre los beneficios de las empresas, sino también sobre la facturación», lo que supone que tengan que tributar sobre el total de los ingresos sin haber descontado los gastos. A todo ello hay que sumarle la incertidumbre que se desprende del proceso electoral y la inestabilidad de gobernabilidad.

LA INVERSIÓN EXTRANJERA CASTIGA A LA INDUSTRIA

Las inversiones extranjeras han penalizado a la industria española. Mientras que el sector que más inversión extranjera acaparó durante el primer semestre del año fue el de extracción de crudo de petróleo y gas natural, con 3.400 millones de euros de inversión, la industria española no ha tenido el mismo beneficio. Durante el tiempo en el que Reyes Maroto ha estado al mando del ministerio del que depende este sector, la industria ha estado «abandonada», asegurando que lleva «catorce meses en negativo».

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La ex ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto con su sucesor, Héctor Gómez. Foto: Europa Press

Desde el punto de vista técnico, esta caída del 26,6% de las inversiones españolas puede suponer no alcanzar las aspiraciones del Gobierno tanto en materia económica como de empleo. Según Santiago Sánchez, la continuación de pérdidas en el ámbito de la inversión extranjera implica «perder oportunidades tanto de riqueza como en innovación o en infraestructuras». Además, este fenómeno también afectará a la creación de puestos laborales, ya que las economías extranjeras son grandes fuentes de nuevos empleos en España.