La sombra del ‘Tamayazo’ ronda al PP con el intento de acercamiento a Page

La sombra del ‘Tamayazo’ sobrevuela sobre los deseos de algunos miembros del PP. Cuatro votos para que los 172 con los que cuenta lleguen a 176. Un número mágico para el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, para ser investido presidente del Gobierno en el debate que se abrirá el 26 y 27 de septiembre. Esos cuatro votos cambiarán el futuro de España para los cuatro próximos años.

Feijóo lo ha intentado por activa y por pasiva. Tras confirmarle al Rey su decisión a ser investido presidente por ser su partido el que más votos obtuvo en las elecciones del 23 de julio, Felipe VI aceptó su candidatura. Desde entonces no ha parado.

El último intento ha sido una conversación telefónica con el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Todos conocen algunas de las discrepancias del presidente regional socialista con ciertas políticas de Sánchez. Los diez minutos que duró la conversación fueron para que Feijóo le hablara de los seis pactos de Estado que había propuesto a Sánchez, a lo que Page le respondió que para ese tipo de cosas hablara con el propio Sánchez.

Algunos políticos socialista han considera esta maniobra de Feijóo como un intento a la desesperada de tensar las relaciones de algunos socialistas con sus secretario general, aunque Page, pese a sus discrepancias, siempre ha respetado lo que decide la dirección confederal de su partido.

LOS 172 VOTOS QUE TENÍA A PRINCIPIOS DE SEPTIEMBRE SIGUEN SIN INCREMENTARSE

Feijóo se reunió con Sánchez proponiendo dos años de gobierno y convocar elecciones
El presidente del PP se reunió con Sánchez proponiendo dos años de gobierno y convocar elecciones

A falta de cuatro días, desde las filas del PP se desea que ocurra un ‘Tamayazo’. Feijóo ha tocado todos los palos. Desde los votos seguros, como Vox -una vez limadas las últimas asperezas surgidas tras las elecciones del 23J por la constitución de gobiernos regionales o locales– y UPN. El único voto que no esperaba es el de la diputada de CC, Cristina Valido, quien arrancó el compromiso del líder popular de asumir, a cambio, la Agenda Canaria y 200 millones para proyectos de las Islas.

El resto fueron intentos en vano. La primera reunión fue con el propio Pedro Sánchez. Le propuso que le apoyara en su investidura (no necesita más que cuatro votos) para gobernar durante dos años, alcanzar seis pactos de Estado (organización territorial, regeneración democrática, estado de bienestar, saneamiento económico, familias y agua) y después convocar elecciones.

La respuesta de Sánchez fue que el PP desatascara la negociación para renovar al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes del 31 de diciembre. No había más que hablar. Desde la sede de Ferraz, explicaron varias horas después que lo que Feijóo ofrecía era un «pacto con Vox para derogar el sanchismo»”.

El resto de los ‘noes’ fueron de los apoyos de Sánchez en el Congreso durante la pasada legislatura: Sumar, PNV, Eh Bildu (con quien ni intentó hablar), ERC, Junts, BNG y CHA.

Por tanto, desde el 23 de agosto en que Felipe VI encargó a Feijóo la investidura, un mes después. Feijóo ha pasado de tener asegurados 171 votos a tener 172. Le faltan cuatro y, por tanto, si no hay sorpresa de última hora, la investidura fracasará.

VOTOS A LA DESESPERADA: EN BUSCA DE SOLIALISTAS CRÍTICOS

A tres días de las elecciones, con su estrategia volcada en frenar el fracaso también de la investidura de Pedro Sánchez, confrontando su intento de amnistía y el derecho de autodeterminación de los nacionalistas catalanes de ERC y Junts, algunos miembros destacados del PP, como el presidente andaluz, Juanma Moreno, o la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, están buscando que se produzca un nuevo «Tamayazo».

Juanma Moreno cree que los diputados del PSOE críticos a las condiciones que está negociando Sánchez con Puigdemont, deberían rebelarse por sus principios y votar a Feijóo.

El líder andaluz es uno de los más fieles aliados de Feijóo desde que llegó a Génova. Y considera que las únicas opciones son el PNV, ya descartado en los contactos de Feijóo con Orguzar. Moreno justifica este ‘no’ por las debilidades internas de los nacionalistas vascos, tras comprobarse en las elecciones del 23J que han cedido terreno a EH Bildu.

La otra opción para Moreno es que algún diputado socialista votara a favor de Feijóo al estar en contra de la línea de negociación que está llevando Sánchez con Junts y ERC. En su opinión, algunos diputados socialistas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid se encuentran en la tesitura de respetar la disciplina de partido o arriesgarse a ser expulsado.

Hasta el líder andaluz considera que esto no se producirá, pero no está demás “apelar a la conciencia de Estado”, dado que el acta de cada diputado es suya y no del partido, y si no están de acuerdo pueden «rebelarse». Moreno asegura que ha escuchado a más de cuatro diputados socialistas contrarios a las negociaciones de Sánchez. Pero el miedo a ser expulsados, como le ha ocurrido recientemente a Nicolás Redondo Terreros, les obligará a aceptar la disciplina de partido.

ESPERANZA AGUIRRE ASEGURA QUE PUEDE OCURRIR UN ‘TAMAYAZO’ EN LA INVESTIDURA DE SÁNCHEZ

La última en saltar a la palestra ha sido Esperanza Aguirre, muy activa desde que Feijóo salió elegido presidente del PP. La expresidenta madrileña con los mismos argumentos que Juanma Moreno, de que el voto es del diputado no del partido. Pero en este caso, tras dar por seguro de que ningún diputado socialista va a votar a Feijóo, no descarta que alguno de los diputados socialistas vote en contra de su jefe de filas, Pedro Sánchez. De producirse, sería el segundo «Tamayazo» desde que se instauró la democracia.

El primer «Tamayazo» tuvo lugar en la Asamblea de Madrid, durante la investidura fallida del socialista Rafael Simancas en 2003. Simancas tenía garantizada su presidencia de la comunidad de Madrid, pero dos de sus diputados, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, decidieron abstenerse. La situación provocó que tuvieran que volver a convocarse elecciones, unos comicios que ganó la propia Esperanza Aguirre.

Con ‘el deseo’ mostrado por Aguirre, y dado lo apurado de los votos que tienen Feijóo y Sanchez, que cualquier diputado se salga del guion marcado por los dos principales partidos que componen el Congreso de los Diputados, podría desembocar en la convocatoria de nuevas elecciones generales. Estaríamos hablando de enero.