El periodista Alberto Pozas, quien fuera director de la última década de la revista ‘Interviú’ y que fue nombrado en junio de 2018 director general de Información Nacional de la Secretaría de Estado de Comunicación, ha calificado este jueves en una entrevista en RAC 1 de «broma pesada» que el comisario José Manuel Villarejo sostenga que en 2016 le hiciera llegar una copia de la tarjeta del teléfono sustraído a una asesora de Pablo Iglesias en el marco de una estrategia del PSOE para atacar a Podemos. Ha recordado que en esa época «no era nadie en Moncloa» y nunca había tenido relación o había pertenecido a ese partido.
Sale así al paso de las aseveraciones vertidas por Villarejo este martes en esa misma radio, cuando sostuvo que fue el PSOE y no el PP el que puso el foco en Podemos en esa época porque empezaba a tener una presencia relevante en la vida política española. El comisario subrayó el hecho de que la copia de la tarjeta de Dina Bousselham –robada en 2015– se la entregó «el segundo hombre de campaña de Pedro Sánchez, Alberto Pozas».
Pozas ha afirmado que, tal y como declaró ante el juez que instruye el caso ‘Dina’ en la Audiencia Nacional y en el que está procesado, sí entregó al comisario esa tarjeta, pero fue en 2016, mientras que su entrada en Moncloa ocurrió en 2018. «En 2016 yo no era nadie en Moncloa, nunca he sido del PSOE, no he tenido relación con el PSOE (…), cuando llego a Moncloa en junio de 2018 llego a una Secretaría de Estado en la que desde el secretario de Estado hasta el último mono nadie es del PSOE», ha insistido.
Para Pozas las declaraciones de Villarejo hay que encuadrarlas dentro de su estrategia de defensa e interpretarlas como «un intento de meter la política y de decir que era el PSOE el que estaba por medio».
«Que me adjudique cercanía a Pedro Sánchez incluso ya en 2016 es un poco para nota. Pero el mensaje de fondo que traslada (…) es que yo le llamé diciendo que tenía un pendrive (…), cuando en sus declaraciones en la Audiencia Nacional dijo lo contrario», ha apostillado para luego advertir que ante el juez el comisario dijo que muchos periodistas le comentaron que tenían el pendrive o el contenido del teléfono de la ayudante de Pablo Iglesias».