El Tribunal de Cuentas arrincona a Vox y Abascal admite la dimisión de su contable

El último informe del Tribunal de Cuentas había señalado a Vox como uno de los partidos con más irregularidades en sus cuentas de 2018 y 2019, sobre todo en este último año, que coincidió con las elecciones generales de 2019. Una vez puesto el dedo sobre la herida, se han ido destapando algunas cuestiones sospechosas, como los 7 millones de euros que el partido desvió a su Fundación Disenso, fábrica de ideas de Vox desde su creación en 2020.

La polvareda se levantó entre los afiliados, a los que se ha tenido que enviar una carta para tranquilizarles y justificar las transferencias realizadas. El segundo paso ha sido el cese de Juan José Aizcorbe, gerente y cerebro económico de Vox.

La expulsión de Aizcorde no sólo ha sido por los fondos redirigidos a la Fundación, que preside el propio Santiago Abascal, sino que además el Tribunal de Cuentas pusiera en duda la gestión económica que la formación estaba haciendo de sus donaciones (recibidas de forma anónima y a través de cajeros automáticos, con más de 322.000 euros recaudados).

La Fundación Disenso, a la que fueron a parar diferentes transferencias durante cuatro años, es una institución privada, naturaleza por la se ampara para mostrar unas cuentas opacas, pese a recibir dinero público y tener derecho a exenciones fiscales. Entre sus gastos figura 1 millón de euros para gastos de personal y por encima de otro millón de euros en la contratación de servicios que por ningún lago figura el tipo de servicios que son ni a qué empresa o persona se contrata.

GARRIGA ENVÍA UNA CARTA MASIVA A SUS MILITANTES PARA JUSTIFICAR EL DESTINO ECONÓMICO

Las informaciones publicadas por varios medios de comunicación ponían cada vez más en el centro de la diana a la Fundación hasta hacer la situación interna insostenible y obligar al secretario general de Vox, Ignacio Garriga, a enviar una carta masiva a los militantes del partido para justificar las decisiones económicas del partido, las transferencias a la fundación y tranquilizar a sus bases.

Casualmente esa carta era recibida por los militantes el mismo día en que el Tribunal de Cuentas hacía público su informe anual sobre las cuentas de los partidos políticos y las fundaciones vinculadas a cada formación política.

El Tribunal de Cuentas dejaba los números claros. Puso en duda la procedencia de 332.548,09 euros ingresados a través de cajeros autonómicos de destinatarios anónimos y no podía discernir si se trataba de donaciones o de la venta de productos, como justificaba el partido de Santiago Abascal. Esta forma de actuar, recordaba el Tribunal fiscalizador, vulnera la Ley de Financiación de Partidos Políticos por no identificarse los posibles donantes o compradores de los productos.

VOX CULPA, PARA VARIAR, A LA PRENSA POR SEMBRAR SOSPECHAS SOBRE SU FUNDACIÓN

Juan José Aizcorde, gerente de Vox, ha
Garriga ha tenido que dar explicaciones a los militantes por las irregularidades encontradas por el Tribunal de Cuentas

Para variar, Garriga acusaba a los medios de información de «manipulaciones veladas y falsas acusaciones» con las que se pretendía «sembrar la sospecha sobre la fundación», al tiempo que acusaba a la prensa de «intentar acabar con este movimiento social y patriótico que es Vox y de volver al bipartidismo».

En la misiva, Garriga explica que la fundación se creó con 30.000 euros puestos por el propio partido, para convertirla en el «principal baluarte político e intelectual contra los consensos corruptos». Y desde 2020 en que se creo ya no se puede distinguir entre partido y fundación: «Vox es Disenso y Disenso es Vox», destacando la «intachable trayectoria de Vox y Disenso».

Garriga aclara a sus militantes que una fundación vinculada a un partido es una institución privada sin fines lucrativos, cuyos beneficios fiscales deben presentar sus balances al Tribunal de Cuentas. Y pone como ejemplo la polémica aportación de siete millones de euros que ha recibido Disenso en los últimos cuatro años «está exenta de impuestos para la fundación presidida por Abascal, mientras que si fuera una sociedad y no una fundación tributaría al 25%». Por último concreta que los 25 trabajadores de la fundación cobraron 40.000 euros por persona, que en la figura partida como un millón de euros de gasto de personal.

AIZCORDE SEGUIRÁ CON FUNCIONES DE CONTROL Y FISCALIZACIÓN EN EL COMITÉ DE GESTIÓN

Ante las noticias del cese de Juan José Aizcorbe, Vox confirma que dejará de ser el gerente del partido, cargo que ocupaba desde 2019, pero seguirá con funciones de control y fiscalización en el Comité de Gestión, reportando al Tesorero del partido.

Esta labor la compatibilizará con con su acta de diputado por Barcelona, según dice la formación, para «reforzar su papel en el Congreso de los Diputados».

Por si había alguna duda, Vox confirma que Aizcorde continuará formando parte de la cúpula del partido, ya que el ya exgerente «goza de la máxima confianza de la dirección del partido». Por su contribución, hasta ahora, también le dan su «máximo agradecimiento», y justifican su dimisión porque «hace meses acordó reducir su carga de trabajo en el partido y nombrar un nuevo gerente.

EL TRIBUNAL DETECTÓ IRREGULARIDADES EN VOX CONTRA LA LEY DE FINANCIACIÓN DE PARTIDOS

Otra de las irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas fue la recolectas realizadas para poder defender sus querellas contra rivales políticos como fue la presentada contra el expresidente de la Generalitat Quim Torra. El órgano fiscalizador explica sobre este tipo de financiación que puede constituir irregularidades «sancionables», también por la misma Ley de Financiación de Partidos.

Y otra de las vías descubiertas del Tribunal de Cuentas han sido los pagos de más de 41.812 euros no justificados realizados a través de tarjetas de crédito. Vox ha justificado esta última advertencia del tribunal con que se trataban de gastos de viajes y manutención». El problema es que Vox no ha aportado las facturas que justifiquen dichos gastos.

El informe del Tribunal de Cuentas se conoció el lunes, y este viernes se ha cesado al gerente Aizcorbe. El responsable de la contabilidad de Vox fue el encargado por Abascal de organizar la arquitectura contable y fiscal de Vox, y también de la Fundación Disenso. Fue número dos por Barcelona en las listas electorales de la formación de ultraderecha..