miércoles, 11 diciembre 2024

La Casa de Alba abre sus armarios para realizar un recorrido por los dos últimos siglos de la alta costura

Más de 100 piezas entre vestidos, uniformes, accesorios de época y retratos forman parte de la exposición ‘La moda en la Casa de Alba’ que hasta el próximo 31 de marzo podrá verse en el Palacio de Liria y que pone de relieve el estrecho vínculo de la familia con el mundo de la moda desde el siglo XIX hasta la actualidad.

Diseños de Charles Frederick Worth, Cristóbal Balenciaga, Pertegaz o Emanuel Ungaro, así como retratos de pintores como Federico de Madrazo, Joaquín Sorolla o Ignacio Zuloaga forman parte de esta muestra organizada por la Fundación Casa de Alba y comisariada por Lorenzo Caprile y Eloy Martínez de la Pera.

Eloy Martínez de la Pera ha explicado que la exposición es «un recorrido por dos siglos de historia, no solo de historia de la indumentaria, sino también del mejor retrato de finales del siglo XIX y principios del XX».

«Vamos a recorrer el legado que la Casa de Alba ha custodiado para contarnos historias a través de cuadros y a través de esas prendas que permanecen en el tiempo gracias a las pinturas», ha enfatizado el comisario.

Entre las piezas que se pueden ver destacan complementos que cuentan la historia del protocolo en el vestir y exclusivas piezas indumentarias nunca mostradas en España, como algunos vestidos de la emperatriz Eugenia de Montijo, casada con Napoleón III.

La exposición comienza explicándonos el origen de la moda como fenómeno cultural, tal y como la conocemos actualmente porque la complicidad que existió entre Eugenia de Montijo y su modisto de cabecera, Charles Frederick Worth, dio origen a la alta costura. Fue este diseñador inglés el primero que firmó sus prendas poniéndoles una etiqueta con su nombre y el primero que creo ropa de temporada en función de las estaciones: otoño-invierno y primavera- verano.

La exposición cuenta con cinco vestidos de esta emperatriz que no habían salido nunca de Francia y que han sido prestados para la ocasión por el Château de Compiègne.

Martínez de la Pera ha destacado el legado de esta emperatriz, como una de las primeras «influencers» de la historia, «su estilo y sus gustos penetraron en la sociedad de finales del XIX e incluso cruzaron el océano ya que Mary Ann Todd Lincoln, mujer del presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, fue una devota seguidora de los vestidos que llevaba Eugenia de Montijo».

Su relevancia en el mundo de la moda va íntimamente unida a Worth, «él hizo todo el guardarropa de la emperatriz cuando ella viajó a Egipto para dos meses para asistir a la inauguración del Canal de Suez. Para un momento tan histórico le hizo 120 vestidos que iban en unas maletas que le preparó un joven Louis Vuitton, además un joven perfumista de aquella época, como Guerlain, le hizo unos aromas para que la emperatriz de los franceses oliera diferente al resto de los invitados», ha recordado el comisario.

A pesar de ser emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo nunca olvidó sus raíces y llevó el nombre de España por todo el mundo, tal y como explica Martínez de la Pera, «fue una mujer que vendió moda y que llevó lo español a París. Fue ella la que puso como tendencia el uso de la mantilla de encaje, las faldas de volantes y el abanico». En la corte francesa empezaron a vestir «a lo español», lo que llevó a que la industria de la seda y del encaje sufrieran un revulsivo «Lyon aumentó su producción y Calais no paró de hacer encajes para todo el mundo. Y todo porque la mujer, que era un referente de la moda entonces lo puso de moda».

Ya adentrados en el siglo XX, la exposición muestra algunas de las prendas más importantes de las últimas generaciones de la dinastía Alba con especial atención a Cayetana Fitz-James Stuart, última duquesa de Alba, «Cayetana fue una mujer que amó la moda, pero que no fue fashionista, ella utilizó la moda para causas altruistas y convenció a Yves Saint Laurent, que llevaba solo 18 meses en Dior, para que viniera a Madrid e hiciera un desfile de alta costura aquí en el Palacio de Liria». Junto al vestido de novia de Cayetana, se muestran los de su hija Eugenia Martínez de Irujo y el de la futura duquesa de Alba, Sofía Palazuelo.

Además del Château de Compiègne ya mencionado, para esta exposición también han colaborado otras instituciones como el Museo del Traje, Patrimonio Nacional, la Colección Francisco Zambrana y un gran número de coleccionistas privados que han cedido objetos artísticos y complementos que pueden verse públicamente por primera vez.