Se dice que esta tierra es mítica, o al menos tanto como su contraria, la Antártida. Pero pocas veces se conocen sus regiones más aisladas. Eso es lo que lo hace tan atractivo. Y, sin embargo, el Ártico incluye ocho países (Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca e Islandia) y muchas más maravillas por descubrir. Aquí se presentan tres razones para ir al Ártico a bordo del crucero rompehielos Le Commandant Charcot de PONANT, impulsado por gas natural licuado.
Conocer a las comunidades locales
Distribuidos por Groenlandia, Alaska y Canadá, los inuit perpetúan sus tradiciones desde hace más de 4.000 años. En la helada inmensidad del Extremo Norte, su modo de vida ancestral merece el mayor respeto. Sus vidas se organizan en torno al nivel de las mareas y el estado de la banquisa mientras que sus actividades se centran en la caza y la pesca. Son hábiles artesanos que producen verdaderas obras de arte esculpiendo colmillos de morsa o narval y trabajando las pieles y pieles de mamíferos marinos. Conscientes de transmitir su herencia, los inuit reciben a los viajeros con amabilidad, compartiendo alegremente sus costumbres, bailes y música tradicionales.
Descubrir una naturaleza grandiosa
En el corazón de los hielos del Extremo Norte y de los bosques primarios de Alaska, el Ártico revela sus majestuosos paisajes. Gigantescos icebergs flotan en un silencio ensordecedor, los glaciares se alternan con los témpanos de hielo, impresionantes géiseres y volcanes se alzan hacia el cielo, y los lagos, ríos y bosques de coníferas se extienden hasta donde alcanza la vista… Todos albergan una fauna excepcional. En las aguas de Spitsbergen o de la bahía de Baffin, las ballenas jorobadas, los narvales, las orcas y las focas ofrecen un espectáculo impresionante. En tierra, se observan con emoción osos polares, morsas, zorros árticos y renos de Svalbard. En el aire, innumerables especies de aves, incluidos charranes árticos, frailecillos, águilas marinas, alcatraces y águilas calvas comparten el horizonte.
Seguir los pasos de los grandes exploradores
Históricamente, el Ártico ha atraído a exploradores intrépidos en busca de aventuras. Desde el territorio de Ultima Thule, el mítico reino de los vikingos, hasta el Polo Norte, el hombre se ha superado a sí mismo. Desafiaron los elementos y traspasaron todos los límites. Todavía hoy se habla de las hazañas de James Cook, que navegó por las costas de Alaska en 1778, de Roald Amundsen, el primer hombre que atravesó el Paso del Noroeste en 1905, y de Paul-Emile Victor. Este último partió por primera vez en 1934 con el famoso Jean-Baptiste Charcot, rumbo a Groenlandia. En 1936 lo cruzó de oeste a este, ¡en trineos tirados por perros! Luego pasó 14 meses solo con una familia inuit en Kangerlussuaq. Su relato sirvió para sacar a la luz estas poblaciones y sus tradiciones, poco conocidas en Europa hasta entonces.
En la temporada de invierno 2024-2025, Le Commandant Charcot realizará por primera vez un itinerario muy especial, revelando el Lejano Norte en todo su esplendor, visitando los fiordos noruegos, el archipiélago de Lofoten, el Cabo Norte, Spitsbergen, el río San Lorenzo, el Mar Báltico, Finlandia, el Golfo de Botnia… Esta región ofrece muchísimos paisajes extraordinarios para apreciar y admirar. Le Commandant Charcot ofrecerá estos nuevos viajes y una gama completa de experiencias sin precedentes, ideadas especialmente para brindar una experiencia inmersiva en la atmósfera única del invierno boreal.
Por primera vez, Le Commandant Charcot navegará a través del hielo del río San Lorenzo, una región inaccesible a los barcos convencionales en esta época del año. En este río legendario, apodado por los indígenas «el camino que camina», la exploración cobra todo su significado. En el aspecto cultural, cabe disfrutar de la cálida cordialidad de los animados festivales y carnavales de invierno, como el que se celebra en la ciudad de Quebec. Con la oportunidad de conocer al pueblo Innu, sus leyendas y su forma de vida adaptada a las condiciones extremas. En cuanto a la naturaleza y el entorno natural, destaca el majestuoso bosque boreal, adornado con su manto blanco y que se extiende hasta donde alcanza la vista.
Le Commandant Charcot de PONANT es un barco capaz de ofrecer momentos exclusivos de navegación invernal en el extremo norte, en el golfo de Botnia, en el mar Báltico o a lo largo del río San Lorenzo, donde vive el pueblo de Canadá.
Le Commandant Charcot, un barco pionero
Le Commandant Charcot es uno de los primeros barcos híbrido-eléctrico de exploración polar extrema propulsado por GNL (Gas Natural Licuado). Esta importante innovación simboliza el compromiso de PONANT con una forma de turismo más sostenible. Le Commandant Charcot es también un crucero que alberga investigadores a bordo, con áreas de trabajo especiales reservadas específicamente para su uso.