Cómo reparar nuestro lavavajillas

Como todos los electrodomésticos que tenemos en casa, los lavavajillas se terminan estropeando. En este caso, los problemas pueden llegar antes, ya que lo usamos a diario. En muchas ocasiones, un lavavajillas que se rompe acaba en un punto limpio debido al coste de reparación. Sin embargo, esto se puede evitar con algo de maña y los repuestos de lavavajillas que podemos adquirir en la red.

Es posible comprar todas las piezas de estas máquinas

Aunque visto desde los ojos de un inexperto en las reparaciones, el lavavajillas parece una máquina compleja, lo cierto es que no es así, al igual que pasa con las lavadoras, que en realidad son aparatos sencillos.

Por eso, arreglarlos no es complicado. Además, ahora podemos buscar tutoriales sobre casi cualquier cosa. Por ejemplo, si ponemos en YouTube las palabras bomba de desagüe para lavavajillas más la marca, seguro que nos sale un vídeo. En él, vamos a poder ver cómo se cambia esta bomba que adquirimos a un precio bajo, ridículo si lo comparamos con lo que nos cobraría un técnico por la reparación.

De ese modo, con algo de paciencia es posible cambiar esta pieza y otras aún más fáciles de sustituir como la junta de lavavajillas.

Se puede alargar mucho la vida de nuestro lavavajillas

Gracias a tener acceso a los repuestos, la vida de este electrodoméstico se puede alargar mucho en el tiempo. De hecho, si dejamos a un lado la parte electrónica, es posible cambiar las piezas que se vayan estropeando por muy poco dinero.

Una bomba de agua no suele llegar a costar ni 30 euros en la mayoría de los casos. Con ese gasto mínimo, la máquina puede trabajar unos años más en lugar de terminar en la basura.

Existen recambios aún más económicos y, para acceder a ellos, lo único que debemos hacer es comprar un lavavajillas de una marca muy conocida, de esas de toda la vida. Eso nos asegura el encontrar repuestos con más facilidad que en el caso de marcas más minoritarias.

Se están empezando a dar cursos de reparación en algunos ayuntamientos

La sostenibilidad, por suerte, está de moda. Nos hemos dado cuenta de que no es bueno tirar los electrodomésticos a la primera de cambio y las autoridades se están implicando en ello

Cada vez, hay más ayuntamientos que están comenzando a dar cursos de reparación o a dar talleres a los que podemos llevar electrodomésticos rotos. Allí, un técnico nos ayuda a localizar la avería y a solucionarla si tenemos la pieza adecuada.

Nunca ha sido más fácil llevar a cabo reparaciones, aunque no seamos expertos. Nos podemos ayudar tanto de los vídeos como de estos talleres municipales, foros, etc. Poco a poco, y con el tiempo, iremos conociendo cómo es un lavavajillas por dentro y las sucesivas reparaciones serán mucho más sencillas.

Aquí, además de un enorme ahorro económico, obtenemos una gran satisfacción personal. Poder arreglar una máquina que usamos a diario nos hace sentirnos mejor, autosuficientes y eso nos sube la autoestima.