Pedro Sánchez montará un Gobierno más político para atar en corto a Yolanda Díaz

Pedro Sánchez afila los dientes para llevarse el bocado de Sumar de cara a unas próximas elecciones anticipadas. El presidente del Gobierno, reelegido en la sesión de investidura de este jueves, recortará el número de Ministerios para impedir un mayor peso político de los ‘fucsias’ de Yolanda Díaz.

Un régimen en el Consejo de Ministros y evitar que pesos pesados de la política, como Ernest Urtasun, Mónica García y Siga Resgo, junto a Yolanda Díaz, puedan tener una mayor incidencia y repercusión que los propios ministros del PSOE a pesar de ocupar carteras de menor peso.

Pedro Sánchez abandona así la tecnocracia y perfiles más sociales. Lejos quedan ya los Pedro Duque, Maxim Huerta, Magdalena Valerio o Carmen Montón; mientras que otros pesos pesados han perdido el puesto por diferentes cuestiones y desavenencias con el presidente del Gobierno, como Carmen Calvo, Josep Borrell, José Luis Ábalos y Dolores Delgado, entre otros.

ÓSCAR PUENTE, EL ESPERADO FICHAJE

El recién reelegido para continuar en La Moncloa busca ahora nuevos perfiles, con mayor dureza dialéctica y en la negociación, para afrontar la legislatura de la amnistía. Para esta misión gana enteros la candidatura de Óscar Puente, un conocido mamporrero de Pedro Sánchez y cuyas aspiraciones pasan por un puesto dentro del Ministerio de Presidencia, en sustitución de Félix Bolaños.

Bolaños no ha logrado desbloquear al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un mandato incumplido y que ha puesto en un brete al Gobierno al señalarle directamente por la «infamia» de la amnistía. De hecho, el ministro de Presidencia tendrá su amnistía para llevar a cabo esta misión al comandar, presumiblemente, la cartera de Justicia, en sustitución de Pilar Llop, que abandonará el Ejecutivo.

Puente tampoco se descarta como portavoz y ministro de Territorialidad, en sustitución de Isabel Rodríguez, para enfrentarse al PP en la reuniones con las Comunidades Autónomas y dorar la píldora a sus nuevos socios, como el PNV, Bildu, ERC y Junts.

La ofensiva política se debe a la pérdida de perfiles de peso a nivel social. Óscar Puente ha demostrado que tiene tirón entre las bases, más al ser portavoz del PSOE durante la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. «Se ha ganado los galones», apuntan las fuentes consultadas, pero, como en todo en este Partido Socialista, la última palabra será del propio presidente del Gobierno.

PEDRO SÁNCHEZ APLICA LA AMNISTÍA A BOLAÑOS

Bolaños tendrá así la amnistía de Pedro Sánchez, a pesar de haber contribuido en otras áreas y ser el encargado de presentar públicamente la ley que dejará en la calle a investigados por terrorismo, malversación, usurpación de funciones públicas y prevaricación, entre otros, a partir de la próxima primavera tras el audaz cambio del PP en el Senado.

Pedro Sánchez contará con Nadia Calviño hasta que se decida su puesto en el Banco Europeo de Inversiones (BEI). La actual ministra de Economía no ha hecho una despida formal, pero su sillón se lo rifan ahora en el PSOE.

Pedro Sánchez saluda a Alberto Núñez Feijóo tras ser investido presidente del Gobierno
Pedro Sánchez saluda a Alberto Núñez Feijóo tras ser investido presidente del Gobierno

Pedro Sánchez busca un perfil como el que tuvo Pedro Solbes, un político para vender los duros ajustes y hachazos fiscales que se vendrán encima a partir de enero de 2024. Calviño ha cambiado su perfil de tecnócrata y alumna aventajada a pasar a ser en ocasiones una ‘hooligan‘, con hachazos a diestro y siniestro contra el PP, mientras la deuda de España se está disparando a niveles récord.

IDOIA MENDIA, UNA VOZ VASCA PARA LAS ELECCIONES

Asimismo, no se descarta tampoco una potente voz vasca, como Idoia Mendia, quien dejó la dirección del PSE y se ha convertido en la ideóloga de esta nueva etapa. Su misión será acallar las críticas por el pacto con Bildu, así como ayudar al blanqueo de los herederos de ETA.

Por otro lado, el PSC exigirá su cuota, como ha pedido hasta ahora, con Transportes y Cultura. Por el momento, el puesto de Iceta quedaría en el aire, mientras que Raquel Sánchez estaría haciendo la mudanza del Ministerio de Transportes. Salvador Illa, presente en la sesión de investidura, habría comunicado personalmente los nombres escogidos del PSC para ocupar su plaza.

El también exministro de Sanidad tendrá que mostrar también un perfil muy político para contrarrestar los relatos de Junts y ERC en el Congreso. En este sentido, no se descarta a Núria Marín, actual senadora; o bien un cambio de Iceta por otra cartera.

CREACIÓN DE SUPERMINISTERIOS, AL PURO ESTILO ZAPATERO

María Jesús Montero cumple a la perfección el papel de sustituta de Calviño, pero ella es de Hacienda. En una remodelación de Ministerios, no se descarta que sea ella quien pilote las dos áreas, un superministerio de Economía y Hacienda, a imagen y semejanza del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero.

En esta dieta, Yolanda Díaz también tendría otras dos importantes carteras que podrían volver a unirse, como Seguridad Social y Trabajo. Sería la forma de premiar a la fiel vicepresidenta del Gobierno, al tiempo que esta carga de faena impediría sus idas y venidas, apariciones en televisión y mítines o conferencias. Una forma de empapelarla en la gestión, desactivando en parte su perfil puramente político, que tantos titulares ofrece.

SÁNCHEZ DEJARÁ TRES O CUATRO MINISTERIOS A SUMAR

También se aunarán otros Ministerios, dejando las carteras en un número asumible para dar también la excusa a Sumar y evitar que Podemos tenga un asiento en el Consejo de Ministros. La estrategia de Sánchez pasa por otorgar como «máximo entre tres o cuatro Ministerios» a sus socios de coalición. «Ni uno más», apuntan. Sería uno menos de los cinco que ocupa ahora Díaz.

La líder de Sumar tiene que lidiar, además, con la ferocidad de Podemos. Los ‘morados’ no solo ven peligrar todos sus puestos en el Gobierno, sino que corren el riesgo de diluirse como un azucarillo en el grupo parlamentario. De hecho, la situación es tan tensa que hasta Gabriel Rufián ha invitado a Irene Montero a sumar con los republicanos en caso de verse aislados.

En cada intervención, los líderes de Sumar advierten a Podemos que se quedarían sin asignación económica. «Podemos ha firmado un acuerdo con Sumar para ir juntos a las elecciones y debe cumplir, o no tendrá retorno en materia económica», amenazó Ada Colau, quien se descartó para ser ministra.

LA AMENAZA DE DEJAR FUERA A PODEMOS, UN PROBLEMA PARA PEDRO SÁNCHEZ

No obstante, ya se sabe que en política nadie reniega de un cargo si no es para obtener un mayor beneficio y la vicealcaldía de Barcelona podría ser un buen puesto para ella. Los liderados aún por Pablo Iglesias tienen 1,6 millones de euros en juego, el 23% de todas las subvenciones que percibe Sumar, a pesar de contar con solo cinco diputados.

Yolanda Díaz tendrá que decidir así entre apaciguar las críticas de Podemos y entregar un asiento a los ‘morados’, o bien indicar que no había opción a un cuarto y que será Mónica García la sustituta de Ione Belarra e Irene Montero, como también Urtasun. Ada Colau no quiere entrar en polémicas y prefiere mantener al cobijo del Ayuntamiento de Barcelona, aunque en la izquierda progresista todo puede cambiar de un día para otro. El trío de García, Díaz y Colau bien podría ser un auténtico ariete de batalla.

En la búsqueda de estos perfiles políticos, Teresa Ribera es la única que cuenta con una confianza ciega. Ha sabido frenar las presiones del «oligopolio» energético, según señalan las mismas fuentes, y al mismo tiempo destacan su valor como figura destacada en el terreno energético para sembrar España de huertos solares y molinos de viento. Con ella al frente de la Transición Ecológica, se darán firmes pasos al fin de las nucleares en España, mientras en Europa hay bula a esta fuente de energía al ser considerada verde. Ribera se mueve muy bien en el terreno de esta contradicción.

NI GARZÓN NI RODRÍGUEZ ESTARÁN EN EL CONSEJO DE PEDRO SÁNCHEZ

Este nuevo Gobierno pondrá fin a la andadura en el Gobierno de Alberto Garzón, ministro de Consumo; la mencionada Isabel Rodríguez, ministra y portavoz, quien se despidió el pasado martes con una oda a Pedro Sánchez al asegurar que el presidente del Ejecutivo «siempre cumple su palabra».

Quienes podrían tener también papeletas para repetir son José Luis Escrivá, siempre y cuando no se fusione Trabajo y Seguridad Social; José Manuel Albares, cuyos contactos y acciones propias han permitido desmontar todo el relato contra el independentismo del Gobierno. Su misión ha sido compleja dado que tenía que convencer a todos los estamentos diplomáticos de desvincular al independentismo catalán de los riesgos inherentes. Para ello, ha desmontado España Global y hecho desaparecer todos los informes que alertan de la deriva separatista.

Todo ello se ha hecho en silencio, dejando morir a este ente y rompiendo así toda la estrategia diseñada por Josep Borrell, ahora con un buen acomodo en la UE con un sueldo de más de 300.000 euros. El exministro de Exteriores no ha criticado abiertamente los pactos con Junts, de los que hablará «más adelante». El asiento asegurado bien vale su silencio.

MARLASKA, EL GRAN INTERROGANTE PARA EL JUEZ

Margarita Robles mantendrá el puesto en el Ministerio de Defensa al estar bien considerada por los mandos militares. Pedro Sánchez busca así hacer su propio borrón y cuenta nueva con una legislatura que nace muy débil al tener que asegurarse cada una de las votaciones, todas ellas ajustadas. Por otro lado, Fernando Grande-Marlaska podría dejar el asiento antes de aprobarse y publicarse en el Boletín Oficial del Estado la amnistía.

El presidente del Gobierno sabe que es un superviviente, viene de enfrentarse a todo el PSOE y afronta su tercera legislatura como si de un llanero solitario se tratara. Las fuentes consultadas afirman que se siente solo, sin apoyo real de los suyos, como si fuera un ‘todos contra él’. Un victimismo del que hará gala en los momentos más exigentes y que utilizará para acabar con Sumar, como se ha hecho con Podemos. «No guarda amigos en los Ministerios», han afirmado las mismas fuentes.

Todo ello, tras cerrar una mayoría de 179 diputados, provenientes de Bildu, PNV, Junts, ERC, BNG y Sumar. La oposición, por su parte, mantendrá una movilización permanente en las calles, y actuará judicialmente, pero para ello hay que ser «inteligentes». De hecho, Vox ha recibido el primer varapalo del Tribunal Supremo. Todo ello, en tras una sesión de investidura blindada, con más de 1.600 efectivos policiales, el doble que en un partido de alto riesgo, para blindar la Cámara Baja.