Halloween está a la vuelta de la esquina, y tal vez sea la festividad perfecta para ilustrar cómo a veces a las personas les gusta desafiar conscientemente el miedo y disfrutar de él. Durante Halloween, las personas se visten de manera espeluznante, decoran sus hogares y tiendas con temas aterradores, y disfrutan de historias y películas de terror, todo con el objetivo de despertar la intensa emoción del miedo. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿Somos simplemente entusiastas del terror que buscan emociones fuertes debido al aburrimiento de la rutina, o hay una explicación biológica para esto? En realidad, es un poco de ambas cosas.
7EL PROBLEMA DE LA DESENSIBILIZACIÓN
Enfrentarse a situaciones aterradoras puede llevar a la desensibilización en algunas personas, ya que no ocurre nada negativo, pero también puede tener consecuencias negativas. Algunas personas encuentran un mayor placer o alivio en estas experiencias y pueden coquetear con el peligro de manera imprudente. Una persona sana puede, por ejemplo, ir a esquiar, con pleno conocimiento de los riesgos y actuar con prudencia. En cambio, alguien que busca emociones puede aventurarse a velocidades que sabe que no son seguras. En última instancia, el riesgo conlleva una evaluación del peligro, y si se supera con éxito, la sensación de haber sobrevivido al riesgo puede resultar gratificante.
