En la actualidad, el gas ocupa un lugar destacado entre los suministros energéticos más empleados en nuestro país. Ya sea gas natural o gas licuado, ambos son opciones energéticas versátiles que satisfacen las demandas de calefacción, agua caliente y cocina. Gracias a su naturaleza multifuncional y alto poder calorífico, muchas personas lo eligen como su principal fuente de energía, especialmente durante los meses más fríos, convirtiéndolo en un aliado clave para mantener una temperatura confortable en el hogar.
12APAGAR POR LA NOCHE Y PROGRAMAR EL ENCENDIDO

Apagar la calefacción durante la noche, a menos que las temperaturas sean extremadamente bajas, es una práctica eficiente para reducir costos energéticos. Este hábito no solo contribuye al ahorro económico, sino que también puede ser beneficioso para el medio ambiente al disminuir el consumo de energía.
En cuanto a la programación del encendido, esta estrategia se centra en optimizar el uso de la calefacción, especialmente si pasas la mayor parte del día fuera de casa. Al programar el encendido una hora antes de tu regreso, aseguras que la vivienda alcance una temperatura agradable sin tener que mantener la calefacción activa durante todo el día. Esta práctica no solo brinda comodidad, sino que también evita un gasto innecesario de energía cuando no estás presente.