Si algo ha cambiado en el mundo empresarial en los últimos años, en gran parte es gracias a la irrupción de internet. Es que actualmente hay más y mejores emprendimientos. Muchas buenas ideas han podido materializarse y muchos jóvenes emprendedores se plantean cada día vivir de su talento y su trabajo.
Pero eso es en la teoría. En la práctica, son muchos los emprendedores que día a día se despiertan afrontando un escollo difícil de batir: conseguir escalar las ventas, captar más clientes, fidelizar a los clientes actuales, expandirse, competir y todo eso sin que los ingresos decrezcan.
Es difícil, desde luego, pero no es imposible. Precisamente, de acercar la posibilidad al entorno práctico se encargan en la Incubadora Despegue, un lugar al que han acudido miles de emprendedores de sectores tan distintos como los modelos de negocios SAAS, salones de belleza o consultorios médicos, pudiendo escalar su negocio de manera correcta y lograr sus objetivos.
La figura de las incubadoras en el ecosistema emprendedor actual
Si bien es cierto que antes se hacía referencia a la importancia de internet y la democratización de su acceso como una figura esencial para los emprendimientos modernos, no se puede dejar de lado la labor que cumplen las incubadoras en tales logros.
Una incubadora es una organización que se encarga de brindar apoyo a todo tipo de emprendimientos y negocios en distintas áreas, dependiendo de su enfoque o especialización.
Es decir, habrá incubadoras especializadas en la industria ligera, otras más enfocadas en negocios digitales; pero siempre con la finalidad de brindar apoyo logístico, asesoría de negocios, conocimientos prácticos para materializar las ideas de negocio, incluso capacitación y financiación para que las empresas puedan elevar su nivel y competir de mejor manera en un sector cada vez más dinámico.
Al final, también están otras incubadoras como la citada antes, Despegue, que unifican un poco el conocimiento de las incubadoras tradicionales y de las incubadoras de alto impacto; pero al mismo tiempo se enfocan más en las ventas y en el marketing, que pudiera ser al final de todo el sector más difícil de cubrir por parte de las incubadoras, y es allí donde las Incubadora Despegue opiniones dan una muestra clara del éxito de su propuesta.
Despegue, una finalidad clara de mejorar las ventas de sus asociados
La metodología de la Incubadora Despegue está totalmente enfocada en el marketing digital y en las ventas, apoyando en estos campos a miles de empresarios en cientos de sectores empresariales distintos. La finalidad, por supuesto, es permitir que dichos emprendimientos puedan alcanzar los objetivos que se han propuesto, pasando por una metodología que contempla 3 fases distintas en cuanto a la relación que los empresarios tienen con las ventas y el marketing de sus negocios.
Dependencia
Uno de los grandes riesgos de los empresarios en la actualidad, relacionado todo esto siempre con el área de marketing y ventas, es que una gran mayoría de éstos se encuentran en la fase de dependencia.
Es decir, que son empresarios que tienen la necesidad de delegar en agencias de marketing, en personal de ventas y en otros profesionales, todo lo relacionado con el área más crítica y vital de sus negocios, que es precisamente lo que tiene que ver con vender y con generar más ingresos y captar más clientes.
La dependencia no brinda tranquilidad, sino incertidumbre, puesto que los resultados siempre dependen de un tercero y se tiene poco o nulo control sobre las variables que afectan a dichos resultados.
Es la primera fase, pero también, una en la que incluso emprendedores con años de experiencia se mantienen aún. Incluso los que tengan éxito siendo dependientes del talento o trabajo de terceros en las ventas y marketing, ven como un problema el hecho de que sus ingresos seguirán siendo lineales conforme se quiera crecer, ya que posiblemente se tenga que gastar de la misma manera.
Independencia
La segunda fase, a la que acceden la mayoría de los emprendedores una vez tienen la experiencia y el conocimiento de sus nichos de mercado, es la fase de independencia.
Ser un emprendedor independiente en términos de ventas y marketing, significa que el emprendedor suele llevar las riendas de su negocio de forma solitaria, o al menos tomando todas las decisiones importantes relacionadas con dichos ámbitos.
Esto desde luego que genera un mayor control sobre las variables que intervienen en las ventas, en la satisfacción de los clientes o en la rentabilidad, pero a largo plazo es un mal plan, ya que el emprendedor deja de dedicarse al core de su negocio, lo que evita que el mismo pueda ser escalable y crecer en competitividad conforme pase el tiempo.
Dígase de otra manera, que la fase de la independencia en las ventas y el marketing para un emprendimiento genera mayor rentabilidad y permite controlar mejor las variables que condicionan el éxito, pero no es la mejor manera de utilizar el tiempo diario de un emprendedor que se precie de serlo.
Interdependencia
Es así como se llega a la última fase. Y es, precisamente, la fase final que se alcanza con la metodología de asesoría y de formación de la incubadora Despegue. La interdependencia.
Un emprendedor interdependiente es aquel que:
- Sabe lo que se debe hacer en todas las áreas de su negocio para mitigar riesgos, para aumentar competitividad, ventas o para ser más rentable.
- Sabe que no lo puede hacer todo, por lo que delega en profesionales que se dediquen a las ventas y al marketing las tareas que se requieren para garantizar mejores resultados.
- Sabe de antemano las variables que intervienen, y por ende tiene la tranquilidad de reconocer cuándo se hacen bien las cosas, cuándo no, por lo que los resultados son mejores.
La interdependencia permite confiar en el talento de los demás para apalancarse en él y generar resultados escalables en el tiempo, pero al mismo tiempo permite que los emprendedores se dediquen a ofrecer el mejor producto o el mejor servicio a sus clientes.
La incubadora Despegue, precisamente, se ha encargado de generar emprendedores interdependientes que antes de llegar a ella, sólo tenían una buena idea o un buen proyecto, pero se encontraban en una fase de dependencia total para las áreas de ventas y de marketing.