14 ministros, 3 editores y Fernando Simón arropan la vuelta literaria de Pedro Sánchez

Mediodía de corillos, codazos e intrigas el que se vivió ayer en el madrileño Círculo de Bellas Artes, que fue el escenario escogido por Pedro Sánchez para presentar su segundo libro, ‘Tierra firme’, sin que hubiera rastro de su coautora, Irene Lozano.

El presidente del Gobierno, intentando emular el exitoso ‘Manual de resilencia’, contó con el respaldo de dos comunicadores, Jorge Javier Vázquez y Ángeles Caballero en sustitución del padrino y madrina escogidos en 2019, Jesús Calleja y Mercedes Milá.

14 de los 22 ministros de Pedro Sánchez arroparon la presentación literaria precedida por el ruido de manifestantes ‘antiamnistía’ ataviados con rojigualda y bombo. Pero tras la tempestad de algunos miembros ruidosos del nacionalismo español llegó la calma al comenzar a llegar ministros a cuentagotas.

LO MÁS GRANADO DE ‘MADRÍ’

Llegaba Margarita Robles compartiendo rojo y confidencias con Cruz Sánchez de Lara; Félix Bolaños, muy requerido por ser un interlocutor privilegiado del presidente; Yolanda Díaz y Ernest Urtasun ejercían de sonriente cuota de Sumar; y los focos se iban dirigidos a Óscar Puente, que llegó con aire de dandi tras su combate tuitero con Isabel Díaz Ayuso.

Muy dinámico andaba de corro en corro el exalcalde sevillano Juan Espadas, deseoso de abandonar su anodina labor opositora en su tierra para centrarse en su nueva etapa como portavoz socialista del Senado.

No perdieron ripio de lo que acontecía los tres editores de prensa presentes en el acto: José Creuheras, presidente de Planeta y Atresmedia y muy cercano a Yolanda Díaz durante el acto, quizá para compensar las risas que se gastaba sobre el estrado Sánchez a cuenta de Pablo Motos; Pedro J. Ramírez, mandamás de El Español; y Blas Herrero, que pone una vela a Kiss FM y otra a los variopintos negocios que le surgen.

En un calculado segundo plano se posicionó el mítico Fernando Simón, al que se le hizo largo el acto pasadas las 13.00 horas y es por ello que antes de las 14.00 cogió su casco de moto, su barba de varios días y, tal y como canta José Luis Perales, se marchó.

EL LIBRO DE PEDRO SÁNCHEZ, DE MÁS A MENOS

El chismerío entre ministros, dirigentes orgánicos del PSOE y senadores no tenía como sustrato al libro ‘Tierra firme’, que arranca con un trepidante primer capítulo sobre las últimas elecciones autonómicas y municipales que provocaron un adelanto electoral de las generales del que Pedro Sánchez salió vivo por sorpresa.

Dice Pedro Sánchez sobre el pasado 26J que «esa noche sabríamos si la ciudadanía daba por bueno el todo vale, incluyendo las mentiras palmarias, los bulos, las campañas de desinformación y la invención de conspiraciones; si es aceptable en el principal partido de la oposición un talante democrático tan pobre que juzga ilegí­timo a cualquier presidente del Gobierno que no sea suyo; si el catastrofismo alimentado por algunos medios de co­municación constituía un reflejo de la opinión ciudadana o solo de sus deseos de tener un Gobierno cercano a sus inte­reses, y si la inevitabilidad del Gobierno de la derecha que preconizaban las encuestas era real o imaginaria».

El problema de ‘Tierra firme’ de Pedro Sánchez es lo que acompaña al primer capítulo, que es un discreto resumen de cuatro años de mandato en los que, según la editorial Península, Pedro Sánchez gobernó «durante una pandemia, una guerra en Ucrania y sus consecuencias económicas en toda Europa, y ha tenido que hacer frente a otras muchas crisis, como la erupción de un volcán en La Palma».

‘Tierra firme’ se compone de un trepidante arranque acompañado por un discreto resumen de legislatura

Fuentes editoriales sostienen que el primer capítulo es un parche comercial de última hora que otorgará ventas a un libro que nació para resumir los que iban a ser los últimos 4 años de Sánchez como presidente.

LAS BASES PARA ALCANZAR TIERRA FIRME

Dice Pedro Sánchez en el libro que «pese a todas las dificultades, en esta pasada legislatura se han sentado las bases de grandes transformaciones en políticas medioambientales, la lucha contra la desigualdad y la transición digital como ejes principales.

Se trata de cambios que requieren maduración, coherencia en las políticas y constancia para consolidarse. En el futuro se abre un panorama complejo, con numerosas incertidumbres, en el que está en juego algo tan elemental como el avance o el retroceso de nuestro país».

El libro, añade el socialista, muestra «lo que es posible lograr como nación en el futuro: pasar de la resistencia a esa tierra firme que España alcanzará cuando culminen todas las transformaciones ya en marcha».