El Pacto de las Azores y las consecuencias que tuvo en la política y la sociedad española

En la primavera de 2003, el mundo estaba al borde de una intervención militar sin precedentes. Estados Unidos, liderado por el presidente George W. Bush, el primer ministro británico Tony Blair y el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, se encontraban en el centro de una tormenta geopolítica. El Pacto de las Azores, una reunión trascendental llevada a cabo en el archipiélago atlántico en marzo de 2003, cambiaría el curso de la historia y dejaría huellas profundas en la política internacional, especialmente para España.

El contexto internacional

Para entender la importancia del Pacto de las Azores, es crucial remontarse a los acontecimientos previos. En 2002, el presidente George W. Bush incluyó a Iraq en el «eje del mal» junto con Irán y Corea del Norte, acusando al régimen de Saddam Hussein de poseer armas de destrucción masiva (ADM) que supuestamente podían poner en peligro las seguridad y la paz mundial por un lado y los intereses norteamericanos en la zona por otro. Esta acusación desencadenó una serie de eventos que llevaron a la comunidad internacional a una encrucijada.

En febrero de 2003, la comunidad internacional estaba dividida respecto a la necesidad de una intervención militar en Iraq. Mientras que Estados Unidos y el Reino Unido estaban a favor de una acción militar, otros países, liderados por Francia y Alemania, abogaban por una solución diplomática y una mayor inspección de armas. España se encontraba en una posición clave, con el presidente Aznar respaldando abiertamente la postura de Bush y Blair.

Fue en este tenso contexto que se llevó a cabo el Pacto de las Azores el 16 de marzo de 2003. Bush, Blair y Aznar se reunieron en este pintoresco archipiélago portugués para consolidar su apoyo a la intervención militar en Iraq. La cumbre fue un momento crucial que definió la postura de estos líderes ante la inminente guerra.

José María Aznar
José María Aznar

Las consecuencias para España

1. División en la sociedad española

El respaldo de Aznar al presidente estadounidense y al primer ministro británico generó una profunda división en la sociedad española. Grandes manifestaciones en contra de la guerra se llevaron a cabo en todo el país, reflejando la oposición popular a la posición del gobierno. La polarización alcanzó su punto álgido cuando el gobierno decidió participar en la coalición liderada por Estados Unidos y el Reino Unido.

2. Atentados del 11-M y cambio de gobierno

El 11 de marzo de 2004, apenas tres días antes de las elecciones generales en España, una serie de atentados terroristas en los trenes de Madrid dejaron 191 muertos y centenares de heridos. Aunque en un principio el gobierno atribuyó los atentados a la organización separatista vasca ETA, pronto se descubrió que estaban vinculados a grupos yihadistas. La percepción de que la participación de España en la guerra de Iraq había contribuido a la inseguridad nacional desencadenó un cambio político significativo.

En las elecciones celebradas tres días después, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por José Luis Rodríguez Zapatero, ganó la mayoría. Zapatero había expresado su oposición a la participación en la guerra de Iraq y prometió retirar las tropas españolas. Este cambio de gobierno marcó el inicio de un periodo de distanciamiento de España con la política exterior de Bush y Blair.

3. Retirada de las tropas españolas de Iraq

Como prometió durante su campaña, el presidente Zapatero retiró las tropas españolas de Iraq en mayo de 2004. Esta decisión, aunque aplaudida por aquellos que se oponían a la guerra, generó críticas tanto a nivel nacional como internacional. Estados Unidos y el Reino Unido expresaron su descontento, y algunos argumentaron que la retirada debilitaba la coalición y enviaba un mensaje equivocado en la lucha contra el terrorismo.

4. Impacto en las relaciones internacionales de España

La retirada de las tropas de Iraq tuvo un impacto duradero en las relaciones internacionales de España. Aunque Zapatero buscó reorientar la política exterior hacia un enfoque más diplomático y multilateral, algunos críticos argumentaron que la decisión de retirarse afectó la imagen de España como aliado fiable. La relación entre España y Estados Unidos se enfrió, y se produjo un distanciamiento palpable con el Reino Unido.

El Pacto de las Azores marcó un punto de inflexión en la política internacional y tuvo consecuencias significativas para España. La decisión de respaldar la intervención militar en Iraq dividió a la sociedad española y, combinada con los trágicos atentados del 11-M, llevó a un cambio de gobierno y a la retirada de las tropas españolas. Este episodio sirve como recordatorio de cómo las decisiones en la arena internacional pueden tener repercusiones profundas y a menudo imprevisibles en el ámbito nacional. La experiencia del Pacto de las Azores dejó cicatrices en la política española y sigue siendo objeto de análisis y reflexión en el ámbito académico y político.