El apaleamiento público de un muñeco de Pedro Sánchez en Ferraz durante la Nochevieja se ha convertido en un elemento más de la polarización existente en la política española. El PSOE, a través de Patxi López, ha pedido a la Fiscalía una investigación para conocer si el hecho encaja en el delito de odio, aunque solo se refiere a las minorías.
La Policía Nacional ha citado al convocante de la protesta, donde se colgó y golpeó al muñeco que simulaba la figura de Pedro Sánchez, vestido de negro y una gran nariz alargada, simulando a Pinocho. El muñeco fue izado, colgado y golpeado hasta romperlo en pedazos. Todo valía, puñetazos, palos y patadas, para festejar la llegada de Año Nuevo.
Según el PSOE, estos hechos serían compatibles con un delito de odio mientras exige al resto de grupos, especialmente el PP, que condene expresamente lo ocurrido, como si los ‘populares’ tuvieran algo que ver con lo sucedido.
«El PSOE está estudiando todas las vías legales que afectan tanto a los que participantes como a los organizadores y a los presentadores en el canal oficial del evento que se convocó anoche en la calle Ferraz», ha asegurado la formación socialista, mientras recuerda que todo podría derivar en «un delito de odio».
EL PSOE, SU MAQUINARIA Y SU SILENCIO CUANDO SE ATACA A AYUSO
Las actuaciones del PSOE no se quedan ahí y ha puesto a funcionar toda la maquinaria de nuevo para arremeter contra el Partido Popular por un acto que ni fue convocado por ellos ni tampoco promovido en ninguna otra ocasión. De hecho, ningún dirigente del PP se le ha visto por Ferraz, pero es más. Las críticas de los manifestantes a las puertas de la sede del PSOE también se dirigen hacia el PP, pero los socialistas las omiten deliberadamente.
Pero en el PSOE no hay nada nuevo bajo el Sol. La formación es especialista en la política de confrontación, como se hizo con la campaña del doberman contra José María Aznar; y durante los años de Zapatero, quien afirmó, con un traicionero micrófono abierto, que la crispación les convenía.
Durante la etapa de Pedro Sánchez han aparecido muñecos contra el líder de Vox, Santiago Abascal, colgados de puentes, como también se subvencionó un espectáculo teatral en Ripollet (Barcelona) donde se bateó a sendos muñecos de cartón que simulaban ser Isabel Díaz Ayuso y Santiago Abascal.
EL SILENCIO ESCANDALOSO DE LOBATO CON EL BATAZO A AYUSO
Ni el PSOE ni el PSC condenaron estos hechos. Tampoco Juan Lobato, al frente del PSOE de Madrid, quien ahora pide una condena expresa al PP. El doble rasero de siempre de la izquierda. La obra se realizó con los fondos del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, en el primer Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, y también con el dinero de todos los catalanes.
El propio PSOE, esta vez en Alicante, sacaron a pasear a Mariano Rajoy para después guillotinarle, pero tampoco hubo una respuesta contundente por parte de los socialistas, ni dimisiones ni ceses, a pesar de que esa vez sí eran de los suyos. Lobato también se mantuvo callado entonces, un silencio que rompe ahora cuando el ‘golpeado’ es de los suyos.
En Ferraz no sólo se apaleó a Sánchez, también se dirigieron insultos contra Almeida, Ayuso y Feijóo
Lo mismo ocurre cada año con el PSC. Su silencio cómplice ante la quema de fotos y retratos del Rey Felipe VI, Abascal o Feijóo no le conmueven a los socialistas, quienes mantienen el silencio y un bajísimo perfil a la hora de condenar los actos. La Fiscalía tampoco actúa de oficio pese a ser un flagrante delito de injurias a la Corona.
LA QUEMA DE FOTOS DEL REY, SIN REPULSA DEL PSOE
Cabe destacar que el PSOE busca ahora la despenalización de este delito, como el de enaltecimiento del terrorismo, a pesar de la amenaza yihadista y el incremento de este tipo de ilícitos penales. El PSOE busca también que se permita el ultraje a la patria y que los católicos sean objeto de mofas y befas. Y es que, el PSOE busca «garantizar y proteger la libertad de expresión».
Patxi López, portavoz del PSOE, afirma que la intención ahora es cortar «de raíz» estos «comportamientos violentos». «Fue un acto de violencia cargado de odio que responde a la hipérbole permanente del discurso de la derecha», ha afirmado López.
EL MADRID DE AYUSO SÍ CONDENA LOS HECHOS DE FERRAZ
Desde la Comunidad de Madrid, sin embargo, condenan siempre los ataques, vengan de donde vengan, sin paliativos. «Nosotros no tenemos ningún problema en decir que estamos en contra de que se utilice la imagen de una persona y de un político con esos fines», ha asegurado el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín. «No hay ninguna duda en que ese tipo de acciones están lejos de lo que debe ser la normal contienda de cualquier actividad política», ha aseverado.
No obstante, el PSOE no actúa con esta misma contundencia a tenor de los hechos pasados. De hecho, los socialistas no ven ahora delitos cuando los independentistas queman las fotos del Rey o eliminan la bandera de España.
Y es que, en Ferraz no sólo se apaleó a Sánchez, también se dirigieron insultos, algunos de ellos muy graves, contra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el líder de la oposición en el Congreso, Alberto Núñez Feijóo; y la propia presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los socialistas no han hecho ni el ademán de condenar ni tampoco llevarlo a Fiscalía.
