El Ayuntamiento de Madrid promueve una segunda vida para los abetos tras las Navidades con 598 ejemplares recuperados el año pasado, ha cifrado el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, desde el parque Duque de Ahumada, en Vicálvaro.
«Nos ponemos a disposición de todos los madrileños para que se puedan recuperar esos abetos de Navidad de los domicilios. Hasta el próximo 31 de enero los podrán entregar en el vivero de Casa de Campo y en el del Parque del Retiro», ha explicado Carabante.
El delegado espera «que los números sean incluso mejores que el año pasado, cuando se recuperaron 598 abetos en estos viveros». Confía en el «compromiso que tienen los madrileños por mejorar el patrimonio verde» para que «esos abetos se entreguen en los viveros y se puedan recuperar para uso y disfrute de todos los madrileños en los parques y zonas verdes de Madrid».
En la última campaña, el Ayuntamiento de Madrid recibió un total de 589 ejemplares. De ellos, 178 unidades, el 30 por ciento, se encontraban en buen estado, por lo que permanecieron bajo los cuidados de los jardineros municipales hasta su replantación en los parques y áreas verdes urbanas, cuidando siempre para que su emplazamiento sea el más adecuado ya que se trata de especies no autóctonas.
Los árboles que se encontraban deteriorados y sin garantías de volver a un entorno natural fueron trasladados a la Planta de Transformación de Residuos Vegetales de Migas Calientes para ser utilizados como compost después de ser triturados y recibir el tratamiento correspondiente, contribuyendo de esta manera, al fomento de la economía circular.
Cada abeto no recuperable, un total de 411 unidades el año pasado, se traduce en unos cinco kilos de compost, llegando a un total de 2.055 kilos que serán utilizados en las zonas verdes y espacios ajardinados de manera que ayuden a devolver nutrientes al suelo, conservar su humedad, reducir el crecimiento de malas hierbas y mejorar el atractivo visual de las zonas ajardinadas.
CONDICIONES Y LUGARES DE ENTREGA
Los árboles que se entreguen deberán estar vivos y con el cepellón cohesionado y húmedo, incluso aquellos que hayan podido perder algo de hoja, sin que estén completamente secos.
No se recogerán ramas cortadas, ejemplares secos o abetos con el cepellón deshecho o sin raíces que posibiliten su recuperación. Los árboles artificiales tampoco serán recogidos.