Arantxa Sánchez Vicario evita la cárcel por alzamiento y Santacana cumplirá 3 años y 3 meses

La histórica tenista Arantxa Sánchez Vicario ha sido condenada a dos años de prisión por un delito de alzamiento de bienes. Así lo ha sentenciado el Juzgado Penal 25 de Barcelona, que también condena a su exmarido Josep Santacana a tres años y tres meses de cárcel, y al resto de los procesados a un año y tres meses de prisión por presunto alzamiento de bienes.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso este miércoles, la magistrada ha condenado a la extenista y a su exmarido a pagar una indemnización conjunta de 6.620.127,60 euros al Banco de Luxemburgo.

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Además, el escrito también acuerda la suspensión de la pena impuesta a Sánchez Vicario y a otro de los condenados durante un periodo de dos años sin cometer otro hecho delictivo.

EL PACTO CON LA FISCALÍA LIBRA A SÁNCHEZ VICARIO DE LA CÁRCEL

La tenista pactó con la Fiscalía esta sentencia para evitar la cárcel. A cambio, debía culpar a Santacana de los hechos. Asimismo, Sánchez Vicario ha sido condenada a pagar una multa de 12 euros diarios durante quince meses para hacer frente a la indemnización, mientras que sufragará la sexta parte de las costas procesales causadas en esta instancia, incluidas las
de la acusación particular
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Santacana, por otro lado, era el «cooperador necesario de un delito de alzamiento de bienes/insolvencia punible agravado», por lo que ha sido condenado a tres años y tres meses de prisión. Además, deberá abonar una cuota diaria de 12 euros durante 21 meses y la parte proporcional de las costas.

Además, el juzgado ha condenado A.E.H.M., jefe de una de las mercantiles utilizadas en la trama, a un año y tres meses de cárcel como cómplice de un delito de alzamiento de bienes o insolvencia punible agravada. Deberá abonar una multa diaria de tres euros durante nueve meses. Para el testaferro y liquidador de cinco de las sociedades utilizadas, V.M.A., han caído un total de 15 meses de prisión con idéntica multa que el anterior condenado. Además, pagará la sexta parte de las costas procesales.

M.R.V.A., testaferro y liquidadora de otra sociedad, también ha sido condenada a un año y tres meses como cómplice de un delito de alzamiento de bienes e insolvencia punible agravado. Además, también tendrá que abonar el sexto de las costas.

EL BANCO DE LUXEMBURGO, EL PRINCIPAL PERJUDICADO POR SÁNCHEZ VICARIO

Tanto Sánchez Vicario como Santacana tendrán que pagar 6.620.127,60 euros al Banco de Luxemburgo junto con los intereses moratorios desde el 12 de septiembre del pasado año. En caso de no disponer de efectitvo, el montante saldrá de Euroilla Inversiones SL, SAG Residencial SL, SFG Investments SL, Inmuebles e Inversiones Ciudad Diagonal SL, Inversiones Bensan, Huslia SA y Dharma Business SL.

El caso se remonta a una sentencia del Supremo en 2009, tras haber contraído matrimonio con Santacana. El Alto Tribunal desestimó el último recurso y condenó a la tenista por el impago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) entre los ejercicios 1989 a 1993, los años dorados de Sánchez Vicario. El Supremo consideró que la residencia fiscal de la tenista estaba en España y no en Andorra, como aseguró.

EL JUEGO DE ESCONDER EL PATRIMONIO

Para el proceso, la tenista había pedido el dinero al Banque de Luxemburgo, quien reclamó el dinero tras la condena. Santacana, no obstante, no estaba dispuesto a abonar semejante cantidad y convenció a Sánchez Vicario para urdir una trama y evitar el pago, a pesar de disponer del dinero.

Una vez obtenido el aval, el matrimonio vació las cuatro cuentas corrientes e hizo desaparecer el dinero de forma inmediata, así como la despatrimonialización de todos los inmuebles, como pisos y plazas de garaje en Barcelona; otro complejo inmobiliario, una vivienda y dos plazas de garaje en el exclusivo municipio de San Feliu de Guíxols, junto otra porción de un paraje en San Pol de Mar y un local en Port Premià. Además, locales, pisos y otras porciones de terreno que había en otras sociedades del matrimonio en Cerdanya, Port Ginesta, Sant Cugat del Vallès y Esplugues del Llobregat, Sant Joan Despí y Formentera, entre otros.

La campeona olímpica puso de manifiesto su arrepentimiento ante el juez a la hora de decidir seguir los consejos de Santacana, quien demoró el pago hasta que el patrimonio fuera ocultado. El dinero fue a parar a Suiza y otras firmas bancarias en Latinoamérica, todo ello con la ayuda de testaferros.

La querella del Banco de Luxemburgo sentó en el banquillo a todos los acusados, que se enfrentaban a cuatro años de prisión. Por el momento, la tenista está cumpliendo con los pagos y ha abonado casi dos millones.